"En lo personal fue un año positivo, porque el jugador siempre necesita tener competencia, minutos, sentirse con confianza. La verdad es que me tomo esta temporada de buena manera, tal y como cuando llegué a San Felipe, donde me tomé las cosas muy en serio, y por ahí no había sido así los dos últimos años".
Así comienza Jean Paul Pineda su diálogo con En Cancha. El delantero, hoy de 33 años, marcó 8 goles en la Primera B, luego de dos años de poca regularidad en San Luis de Quillota y Curicó Unido.
"Para mí fueron muy duros esos dos años. No tuve continuidad, hice muy pocos goles y todo fue difícil. A San Felipe llegué como un jugador prácticamente postrado, pero a base de esfuerzo y trabajo, y acompañado de la buena disposición del club, que me tuvo mucha paciencia y me dio tiempo para prepararme, se me fueron dando las cosas y demostré que sigo vigente. Tuve la posibilidad de ser titular y lo supe aprovechar marcando varios goles. Se me abrió el apetito y me llené de confianza. Es como un renacer, porque te va ayudando en lo anímico, que era la parte más débil que tenía antes de llegar al club, casi sin ganas de seguir jugando. Así que no me queda nada más que agradecerle a San Felipe por todo lo que me dieron", comenta el atacante.
No seguirás en San Felipe, pero ¿cómo te sentiste en el club?
A nivel institucional no tengo nada que decir. Tienen un bonito complejo, se preocupan mucho del jugador, de su alimentación, y fue todo bien grato en ese sentido. En lo deportivo, nos quedamos ahí, no terminó de la forma que queríamos. Habíamos hecho un gran inicio de campeonato, pero tuvimos altos y bajos. Nos alcanzó para entrar a la Liguilla y ahí había equipos más fuertes que nosotros. Creo que llegamos hasta donde teníamos que llegar, más allá que mi meta era subir con San Felipe, porque a mis 33 años uno busca esas alegrías, las cosas que quedan, los títulos... Pero solo agradezco, la verdad, porque el club me dio la chance de demostrar que sigo rindiendo. Tengo los deseos de seguir creciendo. Uno nunca deja de aspirar a más. A mí se me abrió el apetito. Estoy cerca de los cien goles y solo espero que alguien me pueda llamar.
En ese sentido, ya estás esperando ofertas...
Estoy más tranquilo que mis dos últimos años al menos. Me imagino que interés habrá de algunos clubes. No puedo decir nombres ni nada, porque ni yo lo tengo claro por ahora. Pero sí estoy confiado que se van a fijar en mí. Estoy vigente, tengo cualidades para jugar en cualquier división, aunque uno siempre sueña con volver a Primera. Si se da, bienvenido sea, y si no, veré la opciones que se me vayan dando. No te niego que me dan ganas de estar en la máxima categoría y jugar una copa internacional nuevamente, a modo de darle buen cierre a mi carrera. No estoy anticipando un retiro ni mucho menos, porque sé que me quedan muchos años y que hay métodos para alargar tu carrera.
Se te escucha ilusionado.
Sí, no se pudo dar el ascenso, pero terminé jugando y a buen ritmo. Eso me da tranquilidad a la hora de esperar un llamado que me motive a segur creciendo. Incluso a mi edad aún me ilusiono con volver a jugar fuera de Chile. Ya di el primer paso, volví a jugar y a marcar goles. De aquí en adelante solo espero cosas buenas y lo que surja lo tengo que aprovechar.
Has tenido una carrera larga. Jugaste en España, Brasil y Colombia, y en 13 equipos del fútbol chileno, incluido Colo Colo. ¿Qué reflexión haces de esta extensa travesía?
No puedo hacer una reflexión de mi carrera, no me es fácil, porque aún no la termino. Sigo teniendo sueños. Me gustaría ganar torneos, irme a jugar afuera, ser llamado a la Selección Chilena, ¿por qué no? Todo se puede lograr en la vida. Eso sí, tienes que ser profesional y aprovechar los momentos de gloria en el fútbol, porque después no vuelven más.
¿Haces esa autocrítica?
Sí, yo no aproveché esos momentos de los que te hablaba, me llegaron las cosas muy rápido y no lo supe asimilar. Lo digo a modo de consejo a los más chicos, porque hoy todo se da de manera más fácil. Hoy juegas dos o tres partidos bien y ya te están mencionando para la Selección. En mis tiempos era más difícil. Tenías que hacer 15 goles para recién sonar en un equipo de la capital. Pero no me puedo recriminar nada, no me arrepiento de nada, la vida es así, no se puede retroceder.