Son muchas las personas las que prefieren evitar el conflicto con la finalidad de mantener la paz. Sin embargo, la psicología explica que esto podría traer consecuencias negativas para el autoestima y relaciones interpersonales.
Según la información entregada por los expertos, existen diferentes factores emocionales, experiencias pasadas y rasgos de personalidad influyen en el temor a enfrentar un conflicto.
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¿Qué dice la psicología sobre las personas que evitan conflictos?
Basándose en los dichos del psicólogo Mario Arzuza, hay gente que de manera natural es poco conflictiva y prefieren vivir en armonía y estabilidad emocional.
Sin embargo, esto puede deberse a experiencias negativas durante la infancia, como crecer en ambientes donde los conflictos estaban asociados a gritos o violencia, desencadenando en la adultez mecanismos de evitación para protegerse emocionalmente.
Por otra parte, también puede existir el miedo a perder el control durante una discusión, provocando que se diga algo que pueda ser dañino o lastimar a seres queridos, o puede influir la necesidad de aprobación externa y el miedo a ser juzgados, especialmente en personas con alta inseguridad o fobia social.
Generalmente, estas personas muestran comportamientos como ceder constantemente ante los demás, evitar expresar opiniones y rehuir situaciones incómodas
Esto a largo plazo puede generar frustración, baja autoestima, agotamiento emocional e incluso problemas físicos como trastornos digestivos, dolores musculares o síntomas de ansiedad y depresión.