La zamioculca, comúnmente conocida como la planta de la fortuna, es una opción ideal para aquellas personas que buscan tener una planta fácil de cuidar. Esta es una especie originaria de Tanzania que destaca por su capacidad de adaptarse a interiores con poco luz y requerir poco mantenimiento, convirtiéndola en una excelente opción para quienes inician en la jardinería.
Además, según el Feng Shui, la zamioculca atrae prosperidad y equilibra las energías de los ambientes, absorbiendo las negativas y potenciando las positivas. Es muy común colocarla en entradas, salas o comedores, donde puede armonizar el espacio.
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¿Cuáles son los cuidados esenciales de la zamioculca?
Aquellas personas que deseen tener en su hogar esta planta tienen que tener en consideración lo siguiente:
- Riego: La planta tolera bien la sequía. Durante los meses cálidos, riégala unas tres veces por semana, pero en invierno, una vez a la semana es suficiente. Evita suelos anegados para prevenir la pudrición de las raíces.
- Iluminación: Aunque se adapta a poca luz, prefiere estar en lugares con luz indirecta brillante.
- Fertilizante: Puedes utilizar abono NPK 10x10x10 para mantener su crecimiento saludable.
- Drenaje: Asegúrate de que la maceta tenga un buen drenaje para evitar el exceso de agua.
- Hojas amarillas: Puede ser por exceso o falta de agua, raíces apiñadas o deficiencia de nutrientes. Ajusta el riego, cambia la maceta o fertiliza según sea necesario.
- Plagas: Ácaros y cochinillas pueden atacar la planta. Utiliza pesticidas con cuidado, especialmente si hay mascotas o niños en casa.
Estas son las precauciones que debes tener con la zamioculca
La Zamioculca, también conocida como “planta de la fortuna” o “ZZ”, es tóxica tanto para humanos como para mascotas si se ingiere. Todas las partes de la planta contienen compuestos tóxicos llamados oxalatos de calcio, que pueden causar irritación al contacto o si se consumen.
En caso de ingestión, los síntomas pueden incluir dolor de estómago, irritación de la boca y garganta, vómitos y diarrea. Para las mascotas, en particular perros y gatos, la intoxicación puede provocar problemas gastrointestinales severos.
Por esta razón, es importante mantener la planta fuera del alcance de niños pequeños y animales domésticos que pudieran estar tentados a masticar sus hojas o tallos. Además, es recomendable utilizar guantes al manipular la Zamioculca, ya que la savia también puede irritar la piel sensible.
Si sospechas que alguien ha ingerido partes de la planta, busca atención médica o veterinaria de inmediato.