Llega el frío, el invierno y las ganas de quedarse en la casa. Junto con esto, se asoman también los antojos y ganas de comer cosas dulces mientras estás acostado, bien arropado viendo alguna serie o película entretenida.
Dentro de las recetas que más se consumen en estas fechas, están los queques, sopaipillas y panqueques, platos tradicionales pero que nunca pasan de moda.
A continuación, te dejamos la mejor y más sencilla manera de preparar el último postre mencionado, los que puedes rellenar con manjar, mermelada, o lo que más te guste. ¡Solo te demorarás 20 minutos y luego podrás disfrutar de esta exquisitez!
¿Cómo preparar panqueques desde cero?
Ingredientes
- 1 1/2 Taza de leche semidescremada
- 2 Huevos
- 1 Cucharada de aceite
- 1 1/2 Taza de harina cernida
- 1/2 taza de azúcar
- Manjar, mermelada o el relleno que gustes (¡Nosotros preferimos el manjar!)
- Ralladura y jugo de una naranja (opcional)
Preparación
Para comenzar esta receta tendrás dos opciones: juntar todos los ingredientes en el jarro de una juguera, vertiendo primero los líquidos como la leche, huevos, aceite y jugo de naranja (en caso de utilizar), para luego añadir los secos (de manera que cueste menos integrarlos), a excepción del manjar y procesarlo a velocidad media durante unos segundos, hasta conseguir un batido homogéneo o, en caso de no poseer este instrumento, puedes mezclar los líquidos primero con un tenedor haciendo movimientos circulares rápidos e ir añadiendo poco a poco los secos.
Cuando tu mezcla ya se vea unida, deberás calentar una sartén antiadherente mediana. Cuando consiga una temperatura adecuada, deberás ir vertiendo 3/4 de un cucharón sobre ella, distribuyendo por toda la sartén.
Cocina durante unos segundos hasta dorar los bordes de tu preparación, y luego voltea. Repite el proceso por este lado también, y con todos los demás panqueques hasta que se acabe la mezcla.
Una vez listos, llega el momento de rellenarlos con manjar, o lo que prefieras. Enróllalos sobre sí mismo y si gustas, también puedes espolvorear azúcar flor sobre ellos. Sírvelos helados o calientes, ¡y disfruta de un día frío con esta deliciosa y dulce preparación!