Matamala disparó contra la élite por cuestionar el consumo de los chilenos

En su columna dominical, el periodista nuevamente sacó al pizarrón al Gobierno, empresarios y políticos por cuestionar, desde sus respectivas ideologías, a la gente que abarrotó los malls para hacer sus compras navideñas a más de un año del estallido social.

Daniel Matamala apuntó nuevamente sus dardos contra la élite del país, por cuestionar que la sociedad chilena actuara de manera inconsecuente a sus banderas de lucha yendo a comprar masivamente los centros comerciales sus regalos de navidad.

En su columna dominical publicada en La Tercera, el periodista criticó a Gobierno, empresarios y políticos de izquierda y derecha por objetar dicha conducta y considerarla contradictoria con el fundamento del movimiento social que entre manifestaciones, protestas y violencia, llevó a un plebiscito para cambiar la Constitución.

"Cuando la dignidad murió en un mall", "el mall es la nueva Iglesia de Chile", "después de pedir dignidad terminan en el mall", "después (de las marchas) acabaron en el mall validando la sociedad de consumo", fueron algunas de las viralizadas frases, muchas de ellas desde la izquierda, que citó como ejemplo.

"Quejas, todas, que demuestran cómo algunos siguen sin entender nada sobre la protesta que estalló hace ya 14 meses", dijo el conductor de noticiarios frente a esos análisis.

Acotó que "el malestar de la sociedad chilena no rechaza al consumo ni al mall, ni pide el regreso a un pasado más austero. Lo que exige es un capitalismo que lime sus tres características más indignantes: la deuda, el abuso y la mercantilización de lo social".

"Una cosa es que ciertos exaltados hayan querido atacar centros comerciales. Pero, en su expresión masiva, este nunca fue un reclamo contra el consumo, el capitalismo o el mercado, sino contra los contornos extremos que esos fenómenos, bases de la modernidad, han tomado en Chile", complementó.

Resignificación

Pese a ese desprecio en la élite, Matamala dijo que múltiples investigaciones muestran cómo la clase media y los sectores populares resignificaron el mall, convirtiéndolo en parte de su vida cotidiana.

"Ante el abandono del Estado, graficado en la falta de áreas verdes y zonas de encuentro social, muchos usuarios asumen al mall como un espacio público más, tal como lo es la plaza o la calle", acotó Matamala citando a expertos.

Subrayó que ello se explica "en un país con ingresos medianos de $401 mil y jubilaciones miserables, en que alimentos y medicamentos se compran masivamente a crédito. El resultado es que, en los 16 años previos al estallido, la deuda de los hogares pasó del 36,5% de sus ingresos a un máximo histórico de 74,5%".

"Los chilenos han repetido una y otra vez, tanto en las encuestas como en las calles, que hay ciertos aspectos de nuestra sociedad, como la educación, la salud y las pensiones, que no deben quedar librados sólo al poder del dinero. Que no deben ser, como dijo el Presidente Piñera sobre la educación, 'un bien de consumo'".

Finalizó diciendo que éstos "entienden que el consumo es parte fundamental de la vida moderna, y que no hace menos dignas a las personas, como creen algunos nostálgicos del marxismo. Tampoco los convierte en cómplices de los abusos, como sugieren ciertos propagandistas neoliberales. Entienden que sus ideales y esperanzas no se consumen en el consumo", finalizó.

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