Cuando nos enfrentamos a una enfermedad, es común recurrir al médico para que se nos entregue una la licencia médica y permitirnos recuperarnos sin perder nuestros ingresos. Sin embargo, es importante ser consciente de que la obtención de esta certificación no es un proceso automático.
A menudo, existen diversas razones por las cuales una licencia médica puede no ser validada, lo que puede complicar la situación del trabajador. Este rechazo no solo afecta el acceso a los beneficios por ausencias laborales, sino que también puede generar una carga emocional y financiera adicional durante un período que ya es difícil.
Conoce las razones por las que pueden rechazar tu licencia médica
Hay muchos motivos por los no se validan las licencias médicas. Conoce cuáles son a continuación:
- Carecer de la condición de trabajador dependiente o independiente.
- Presentar la licencia médica fuera del plazo establecido por el trabajador.
- Incumplir con el período de reposo. Se aclara que no se considera incumplimiento si se asiste a exámenes o procedimientos indicados por el mismo profesional, siempre que se pueda comprobar.
- Realizar trabajos, ya sean remunerados o no, durante el tiempo de reposo indicado en la licencia.
- Cometer falsificación o alteración de la licencia médica.
- Proporcionar información clínica falsa o simular una enfermedad, siempre que esté debidamente comprobado.
- Hacer correcciones en la licencia médica (en este caso, se podrá solicitar una nueva licencia que reemplace la corregida).
¿Qué pasa si rechazan la licencia médica?
En caso de que el COMPIN o la Isapre rechacen una licencia médica, el trabajador perderá sus beneficios de justificación por ausencia laboral y el subsidio por incapacidad laboral, que reemplaza su remuneración durante la enfermedad.
Los empleados pueden apelar esta decisión: quienes lo hicieron a través del COMPIN deben dirigirse a la Superintendencia de Seguridad Social. Aquellos que presentaron su licencia ante la Isapre deben acudir al COMPIN correspondiente al domicilio del trabajador, en un plazo máximo de 15 días hábiles desde la recepción de la carta certificada de rechazo.
