Faltan solo un par de días para que llegue el domingo de la Semana Santa, una fecha también conocida como Pascua o Domingo de Resurrección donde, religiosamente hablando, se conmemora la vuelta a la vida de Jesús tras haber sido crucificado.
Sin embargo, popularmente, dicha jornada también está enmarcada por la tradición de regalar y esconder huevos de chocolates, los que son atribuidos a un carismático conejo.
Respecto a esto último, ¿alguna vez te has preguntado qué relación o nexo existe entre Jesús y los huevos? Del mismo modo, ¿qué significa aquel conejito y por qué es asociado a una festividad cristiana? A continuación te contamos los detalles.
¿Qué significan los huevos de Pascua que se dan en Semana Santa?
En estricto rigor, los huevos no tienen una relación como tal con la vida y muerte de Jesús, es decir, cuando fue crucificado nadie tenía huevos ni nada por el estilo. Sin embargo, la historia del profeta y cómo revivió al tercer día sí son asociados a estos símbolos.
En las culturas paganas previo al cristianismo, los huevos eran una forma de representar tanto la llegada de la primavera como la vida en sí, además de la fertilidad y renovación.
Luego, una vez posicionado el cristianismo como religión, se tomaron varias tradiciones antiguas como propias, siendo una de ellas justamente la de los huevos, la que fue relacionada con la resurrección de Jesús.
Luego, ya posicionándonos históricamente en la Edad Media, los huevos también comenzaron a ser decorados con temáticas religiosas, los que posteriormente eran regalados a los seres queridos durante la fecha de Pascua.
¿Y los conejos?
Al ser mamíferos, los conejos no pueden poner huevos (y mucho menos de chocolate), por lo que el nacimiento de este animal como figura ligada a la Semana Santa no va por ahí.
Todo lo contrario, el pintoresco animal comenzó a relacionarse con la fecha debido a la gran capacidad de reproducción que tiene y que encaja con la temática de fertilidad original.
Del mismo modo, y nuevamente con las tradiciones paganas, los pueblos sajones veneraban a la diosa Eastre durante la primavera (fecha también representada con huevos) y ella tenía como emblema justamente a los conejos.