Con el denominado “súper lunes”, se da oficialmente inicio al año escolar 2024 con el retorno de los niños, niñas y adolescentes a las salas de clases a lo largo de todo el país. Lamentablemente, justo antes de esta fecha, una menor de edad de Talca denunció el duro trato que recibe de sus compañeros, en un video que se ha viralizado por todo el país.
Ante esto, una de las mayores preocupaciones de padres y apoderados es el bullying, que es el acoso u hostigamiento permanente y sistemático entre estudiantes y que puede ser de carácter físico, psicológico, o verbal.
Este tipo de acoso atenta contra la dignidad del afectado o afectada, pudiendo tener graves consecuencias en el desarrollo de los menores, llevándolos en casos extremos a la depresión e incluso al suicidio.
Es por eso que la Superintendencia de Educación entregó una serie de consejos para que los padres sepan cómo enfrentar el bullying desde el hogar y a qué signos se debe prestar atención si se sospecha que un menor ejerce o es victima de abuso escolar. Si tienes sospechas de que tu hijo o hija pueda estar sufriendo una situación como ésta, debes estar preparado para actuar rápidamente.
¿A qué señales debo estar atento para saber si mi hijo o hija es víctima bullying?
- Llega a casa sin sus pertenencias o con sus útiles escolares rotos o dañados.
- Tiene signos físicos de violencia: moretones, cortes, rasguños, heridas, que no sabe cómo ni puede explicar.
- No tiene interés en asistir a clases y realizar sus tareas y/o la idea lo deprime visiblemente.
- Bajas en el rendimiento escolar.
- No participa en actividades extracurriculares del colegio o muestra ansiedad frente a ellas.
- Tiene pocos amigos o no los tiene.
- Alteraciones al momento de dormir como pesadillas, insomnio, o llanto durante el sueño.
- Signos de ansiedad: Falta de apetito, dolores de estómago y/o de cabeza, etc., especialmente antes o después de ir al colegio.
- Irritabilidad o cambios de humores repentinos.
Consejos para contener a un menor que ejerce o sufre bullying
- Mantén una buena relación con tus hijos basada en la confianza.
- No minimices su experiencia. Observa, escucha y dialoga con los menores, sin juzgar.
- No culpabilices ni castigues.
- Explícale al menor que la intimidación y el bullying no son un juego, y que es una conducta que no debe ser tolerada ni como agresor, víctima ni testigo.
- Sea un buen ejemplo para sus hijos y no hostigue ni moleste a otras personas, ya sea por su personalidad, condición física, etc.
- Fomente estilos de conducta no agresivos.