Miles de personas sufren de resistencia a la insulina en nuestro país, una condición crónica que puede desembocar en una diabetes, pero que se puede revertir si se detecta a tiempo.
En detalle, esta afección se produce cuando el organismo deja de responder bien a la insulina, la hormona secretada por el páncreas para distribuir la glucosa en las células y mantener controlados los niveles de azúcar en la sangre.
Según explican desde Clínica Las Condes, como resultado, esto aumenta la glicemia, generándose una mayor necesidad de insulina, lo que crea un círculo vicioso que puede provocar una diabetes cuando el páncreas ya no tiene capacidad para secretar más insulina.
Esta enfermedad es cada vez más común en la actualidad, tanto en Chile como el mundo, debido al incremento de casos de obesidad y desórdenes alimenticios. Esto hace "suponer que las células grasas son grandes protagonistas en este deterioro", señala el establecimiento de salud privado. Cabe destacar que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 1975 la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo.
¿Qué síntomas podrían indicar que tienes resistencia a la insulina?
Como se mencionó, frecuentemente el sobrepeso y la obesidad están relacionados con este trastorno. Además, podría mostrar indicadores como:
- Alto índice de masa corporal.
- Obesidad central, es decir, un perímetro de cintura superior a los 88 cm en mujeres y a 102 cm en hombres.
- Hipertensión arterial.
- Piel oscurecida en pliegues como axilas o parte posterior y lados del cuello, afección denominada como acantosis nigricans.
- Papilomas cutáneos, que son pequeños crecimientos en la piel, que a menudo aparecen en las mismas áreas que la acantosis negricans.
- Además, también es frecuente que, junto con lo anterior, los pacientes tengan el colesterol alto, hígado graso y/u ovario poliquístico.
Cabe destacar que esta afección no tiene relación con alteraciones del metabolismo, ya que se tiende creer que los pacientes con obesidad tienen el metabolismo "lento". Sin embargo, es lo contrario: lo tienen normal o superior a las personas delgadas, debido a que poseen mayor cantidad de masa, cuyo funcionamiento exige más trabajo al organismo.
¿Cómo diagnostican que tengo resistencia a la insulina?
Desde el Centro para el Control de la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos destacan que si se tiene niveles altos de glucosa, triglicéridos, colesterol LBD (conocido como el "malo") y bajos en el colesterol LAD ("bueno"), tu médico podría determinar que tienes este trastorno.
Estos índices se pueden medir con un examen de sangre, donde la glicemia normal llega hasta los 100 miligramos por decilitro. Por lo que si está entre los 100 a 125, es probable que se presente resistencia a la insulina, lo que se confirma si una relación matemática entre la glicemia y el nivel de insulina en la sangre, llamado HOMA, supera los 2,6 puntos.
Además, si la glicemia en dos o más oportunidades es mayor a 126 en ayunas, o si marca 200 en cualquier momento, acompañada de sed y deseos frecuentes de orinar, el paciente es diabético.
¿Cómo prevenir y tratar la resistencia a la insulina?
Es importante detectar esta condición a tiempo, ya que se puede revertir mediante un cambio en el estilo de vida, porque, como se mencionó, la insulina es un factor clave para presentar diabetes tipo 2.
Desde Clínica Las Condes señalan que lo primero es el ejercicio físico y una alimentación sana, ya que "reduciendo la ingesta de azúcares, disminuye también la producción de insulina y, por lo tanto, la resistencia a su acción", siendo una forma de prevención de esta condición, y a su vez, de tratamiento.
Además, "la baja inicial de peso es más difícil que en personas 'normales' por cual, en ocasiones, también se administran también medicamentos que sensibilizan las células a la insulina con lo cual se disminuye su producción", concluyen.