Ya dejando atrás la festividad de Halloween, el ambiente cada día comienza a envolverse con los tintes de la Navidad.
De la mano, también se vuelve frecuente esa pregunta que cada año se toma las conversaciones y debates familiares: ¿Desde qué día hay que comenzar a armar el árbol de Navidad?
Si bien la decisión de preparar este objeto decorativo puede variar dependiendo de los tiempos o religión de cada persona, lo concreto es que, aunque a muchos les sorprenda, existe una fecha estipulada de hace cientos de años atrás referente a cuándo hay que poner y retirar el árbol.
¿Cuándo se arma el árbol de Navidad este 2022?
Lo más común es que, tanto la gente como las compañías comerciales, comiencen a armar el árbol de Navidad a finales de noviembre, marcando así el comienzo de diciembre y preparando con tiempo la llega del Viejito Pascuero.
Sin embargo, si nos basamos en las tradiciones, nos encontraremos con un día religioso en que hay que armarlo: el 8 de diciembre, el que es feriado.
Este día es la celebración del Día de la Inmaculada Concepción de María, y fue declarado en su dogma por el Papa Pío IX en 1854.
Desde entonces, las familias comenzaron a armar el árbol de Navidad en esta fecha y, de paso, a retirarlo el 6 de enero, fecha en que se festeja el día de los Reyes.
¿Qué significa el árbol de Navidad y sus adornos?
Para conocer tanto el significado como historia del árbol navideño, hay que irnos muchos años atrás y al norte de Europa, más exactamente cuando los cristianos tuvieron sus primeros choques con los pueblos nórdicos, llámese vikingos.
Dichos pueblos festejaban el nacimiento del dios Frey, quien era asociado a la fertilidad, y era celebrado con un árbol que simbolizaba al Yggdrasil, el que representa la conexión entre los nueve reinos de la mitología nórdica.
La historia más recurrente asegura que el evangelizador alemán, San Bonifacio, fue quien cortó uno de esos árboles y lo reemplazó por un pino, el que adornó con manzanas y velas.
Dichos objetos simbolizaban, respectivamente, el pecado original y la luz que Jesús representaba para su religión. Con el tiempo, estos fueron mutando y siendo reemplazados por luces, esferas y los adornos que hacen que el arbolito se vea tan colorido.
