El inicio del año escolar también significa que vuelve a operar uno de los programas más importantes de Junaeb, el PAE (Programa de Alimentación Escolar), a través del cual se hace llegar alimentos a miles de colegios a lo largo de todo el país.
Algunas empresas de este programa se agruparon con NutreChile, juntando a 12 compañías que representan cerca de la mitad del PAE, no obstante, se han enfrentado a una serie de situaciones que los tienen en una complicada situación.
Sebastián Pérez Torrejón, quien preside a la empresa, indicó que este año el proceso de licitación recién se selló el 21 de febrero, dejando menos de 10 días para implementarlo, no obstante, esta tardía no es el mayor problema.

Las millonarias deudas de Junaeb
De acuerdo a lo señalado por Perez, las demoras en los pagos “generan grandes deudas que se arrastran por los años y van afectando la capacidad financiera de las empresas y, obviamente, también la capacidad operativa”.
Esta deuda se originó en la pandemia ante el alza en los precios de los alimentos. En 2021, Junaeb cambió el modelo de pago, ahora por un 60% de lo licitado se paga un monto fijo, pero el 40% restante depende de la asignación mensual que efectivamente tenga la compañía.
“Eso genera una distorsión grande (...) Tú haces un estimado de lo que se va a comer en el año, pero eso va variando” explica Perez, agregando que también se agregó una cláusula de estabilidad operacional.
Con esta se le paga a la empresa por raciones que no pudo servir por razones externas a ella. “La parte fija es un 60%, pero cuando ocurran esos hechos, como tú igual pusiste la comida, te van a pagar el 85%. Es un diferencial”.

Y acá es donde entra la denuncia, ya que este monto de estabilidad no se ha cancelado desde 2022, y ha generado que se acumule una deuda de $50 mil millones con las concesionarias.
“Te pega en la última línea, quizás si tú miras versus la facturación mensual no es tanto, pero estamos hablando de empresas que tienen márgenes entre el 3% y 5%. O sea, hace que la empresa trabaje y no tenga utilidades”.
“Implica asumir costos financieros, factorizar, recurrir a la banca con intereses y todo eso te va pegando en la caja”.
Pero eso no es todo, ya que también indica que si bien la administración de Junaeb ha hecho un esfuerzo, el problema esa en la falta de capacidad para procesar la información y gestionar los pagos.
“El servicio se sigue entregando en las condiciones que nos pide Junaeb, pero a costa de la empresa”, agrega Pérez, asegurando además que algunas firmas han quebrado por la situación.