Un nuevo caso de crisis afecta a una empresa relacionada al sector de la construcción. Esta vez, una firma creada en 2015 y que tiene a su cargo el desarrollo de un exclusivo proyecto, es la que ha debido tomar drásticas decisiones para evitar su quiebra.
Se trata de Inmobliaria e Inversiones Chicureo, que está ligada a dos destacados empresarios nacionales: José Miguel Rawlins, quien fuera dueña de la discoteque Kamikaze y Vittorio Corbo Urzúa, hijo del expresidente del Banco Central.
Las razones de la difícil situación de inmobiliaria que pidió reorganización judicial
Contrario a lo que ha pasado con otras empresas del sector inmobiliario, en el caso de la mencionada firma, sus problemas tienen que ver con la imposibilidad de poder ejecutar el exclusivo proyecto Hacienda Guay Guay, que contempla la construcción de más de mil viviendas en la comuna de Colina.
Esto, debido a una resolución ejecutada el 2022 por parte de la Contraloría General de la República en 2022, que está ligado a la construcción del proyecto en un área de protección ecológica.
Sobre esta situación, la empresa indica que “el proyecto de Inmobiliaria e Inversiones Chicureo (IIC), emplazado en la comuna de Colina, ha solicitado acogerse a un proceso de reorganización, debido a los cambios de criterios normativos en materia de permisología, que interpretados retroactivamente, han afectado la certeza jurídica, y que aún no se resuelven después de más de cinco años, lo que ha traído como consecuencia, múltiples dificultades para avanzar en el desarrollo de la iniciativa y poder cumplir con los compromisos adquiridos”.
Este retraso en el comienzo de las obras, que aún está en veremos, ha generado importante deudas para la mencionada inmboliaria, las que se elevan a más de 22 mil millones de pesos y cuyos principales acreedores son Inmobiliaria Maitenes, Inmobiliaria DI y Banco Internacional.