Reconocida empresa del rubro de la salud en Chile solicita su quiebra

Entre las razones detrás de su clausura, la marca apunta a una situación financiera crítica causada por la falta de presupuestos del sector público y el retraso en los pagos por parte del Estado.

Insumos médicos. La medida fue tomada por la empresa a mediados del mes de agosto.

A mediados del mes de agosto, la empresa de insumos médicos Inmed Droguería SpA solicitó su quiebra voluntaria ante el 15° Juzgado Civil de Santiago aludiendo a una “notable volatilidad e inestabilidad” en el área de la salud en Chile, reportó LUN.

La compañía fue formada en el año 2012 tras la fusión de las firmas Primus Medical y PharmaBril; y entre sus mayores inversores registraba nombres como Andrés Ergas Heymann, miembro del directorio del Banco de Chile, y el exvicepresidente ejecutivo de Fasa (Farmacias Ahumada), Alejandro Rosemblatt.

“Inmed Droguería se encuentra en una situación financiera crítica que la obliga a tomar la difícil decisión de cerrar definitivamente sus operaciones mediante la siguiente solicitud”, señala el escrito presentado por el abogado de la firma, Nelson Contador, ante la justicia según recopiló el medio antes señalado tras reportar pasivos equivalentes a más de $5.000 millones.

La marca debió acogerse a quiebra tras una serie de causas que llevaron a su sobreendeudamiento.
La marca debió acogerse a quiebra tras una serie de causas que llevaron a su sobreendeudamiento.

Droguería y tienda de insumos médico Inmed responsabiliza al Estado por quiebra de la empresa

Entre las causas detrás de su quiebra, Inmed apuntó a una caída de la demanda de cerca de un 40%, el término de contratos por falta de presupuestos por parte del sistema de salud del sector público, y retrasos de incluso más de 100 días en los pagos por parte del Estado, los que se vendrían arrastrando desde el año 2018 y que obligaron a la compañía a endeudarse para poder solventar sus gastos y controlar la merma.

Hechos que los llevaron a realizar una reestructuración financiera respaldada por los accionistas de la compañía, a lo que se les sumó posteriormente el estallido social en 2019 y la pandemia del Covid en el año 2020, que continuaron debilitando su estabilidad económica junto al alza del dólar y la pérdida de la licitación del Convenio Marco de Fonasa para el periodo 2022-2024.

Así, la compañía se vio forzada finalmente en agosto de este año a acogerse a la liquidación voluntaria de sus activos a través de la vía legal. “Pese a ser una decisión difícil, esta fue tomada con el objeto de proteger los intereses de todas las partes involucradas y facilitar una salida ordenada y transparente de la empresa del mercado” apuntaron desde la firma.