Un nuevo giro se produjo en el caso del cadáver encontrado en una maleta en la vía pública en la comuna de Ñuñoa, en la Región Metropolitana. Y es que tras el riguroso peritaje a las cámaras de seguridad del sector, se pudo dar con una vivienda ubicada en la calle Los Jardines de la misma comuna involucrada en los hechos, en la que vivían dos religiosas.
Una de ellas es identificada como Lorena Patricia Ramírez, de 80 años, más conocida por los vecinos del sector como la señora Patty, quien debió prestar declaraciones a la Policía de Investigaciones por su implicación en el hallazgo del cuerpo y quien vivía en el domicilio con otra monja, su hija Esperanza, de 60 años, quien hace poco volvió a convivir con su madre. Ambas se habrían colocado los hábitos tras el fallecimiento del esposo de Lorena hace unos años, identificándose como religiosas laicas consagradas.
El fiscal Francisco Lana de la Fiscalía Oriente confirmó que sería ella quien habría sacado el cadáver desde su hogar dentro de una maleta, abandonándolo en la vía pública, posiblemente motivada por la llegada de su hija desde el extranjero y las alteraciones que los hechos podrían causarle debido a una supuesta enfermedad mental que esta padecería.
Según el testimonio de Lorena, la mujer era otra monja identificada como Erika Alejandra Fernández Mora de 60 años, que había fallecido hace un año, en abril de 2023, producto de una enfermedad que nunca se trató en otro domicilio en calle Suarez Mujica, siendo trasladada hasta la casa de Ramírez donde su cuerpo permaneció guardado en una bodega interior debido a un pacto que habían hecho ambas mujeres producto de una amistad de muchos años de aislarse del mundo y permanecer juntas en oración hasta el final de sus días, motivo por el cuál nunca enterró los restos ni informó de su deceso a las autoridades.
Una de las vecinas del sector incluso señaló a la prensa que ella le había preguntado por la mujer, pero que ambas le habían bajado el perfil a la situación asegurando que la fallecida se había ido a vivir al campo.
De momento, las autoridades se enfocan en seguir esclareciendo los hechos y poder dar con la identidad de la mujer fallecida. En tanto, aún se evalúa cuál será el destino de Lorena Ramírez, ya que la religiosa si bien está siendo procesada como imputada por el caso es de edad avanzada y tiene un complejo diagnóstico de demencia senil.