Tres funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) fueron detenidos en horas recientes por disparar contra un padre y un hijo en marzo pasado, en medio de un confuso incidente producido en Colina, Región Metropolitana.
Fue el 9 de marzo cuando los policías abrieron fuego contra un auto que creían estaba involucrado en una encerrona. Adentro fueron heridos el padre y su hijo, trasladados posteriormente al Hospital San José.
El hecho fue calificado como “totalmente injustificado” por la familia de las víctimas, quienes dijeron en esa oportunidad que los funcionarios habrían disparado en al menos 20 ocasiones.
“Mi tío recibió disparos en el pómulo y hombro, mientras que mi primo muslo y dos por la espalda, uno de los cuales le perforó intestino y la otra alojada en el estómago”, detalló un familiar identificado como Tomás.
¿Qué dijo la PDI?
En ese momento, fue difundido un comunicado de la PDI donde aclaraban que, “mientras detectives realizaban labores investigativas en la comuna, se tomó conocimiento de antecedentes respecto a que en el sector se encontraba circulando un vehículo, cometiendo delitos, con dos ocupantes en su interior”.
“En este contexto, al ubicar el auto, supuestamente partícipe de los hechos denunciados, los oficiales le solicitaron a los ocupantes detenerse. Tras hacer caso omiso, se dieron a la fuga. Durante la persecución, los detectives hicieron uso de sus armas de servicio, resultando heridas dos personas, las que fueron trasladadas a un centro asistencial”, sumaba el texto.