En las últimas horas y a raíz del impacto y conmoción que ha generado la muerte del expresidente Sebastián Piñera, se han difundido entre los usuarios de redes sociales diversos comentarios que sugieren que Piñera pudo haber salido ileso, y por motivos de destreza y agilidad no pudo hacerlo.
El accidente ocurrió en un Robinson R-44, un helicóptero que goza de una reputación sólida en el mundo hace décadas, considerando la calidad de la construcción americana y la fiabilidad que ofrece esta aeronave icónica que ha sido utilizada en diversas tareas a lo largo de los años. No por nada era el favorito del expresidente.
Conversamos con Sergio Nuño, documentalista ambiental, naturalista y piloto chileno, y quien vendió el helicóptero al exmandatario. Ampliamente reconocido por su programa “La Tierra en que vivimos” transmitido por el canal TVN entre los años 1982 y 2010.
Nuño ha dedicado 40 años a recorrer los rincones de Chile y otros países con fines informativos y culturales. Desde su experticia nos comenta información valiosa que arroja luz sobre el suceso que se toma la agenda nacional. Cabe señalar que los comentarios vertidos en esta nota no se basan en las pericias oficiales realizadas por instituciones, sino en la experiencia que entregan décadas de conocimiento empírico y en ningún caso suponen información oficial.
Tim Tucker, el mejor piloto de helicópteros del planeta
Tim Tucker aprendió a volar en el ejército estadounidense y perfeccionó sus habilidades en la guerra de Vietnam. En ese momento, el ejército usaba múltiples helicópteros de entrenamiento, y a Tucker se le asignó aprender en el TH-55 Osage, una versión militar de otra nave. Después del entrenamiento, los modelos Robinson siguen siendo su vehículo favorito. Entre las asignaciones en el extranjero que le asignaron se incluyen Vietnam, Corea y Honduras, mientras que el resto de su servicio fue en los EE. UU. En cuanto a su carrera civil, recibió su certificado de instructor de vuelo de helicóptero de la FAA (Federal Aviation Administration) en 1973.
Después de la guerra y con más horas de vuelo encima, Tim buscó continuar su función de capacitación en la fábrica de Robinson, y poco después desarrolló el importante “Curso de seguridad para pilotos de Robinson”. El curso comenzó como una forma de capacitar a los instructores sobre cómo enseñar en el modelo R22. Hoy el curso se ofrece para propietarios y todos los pilotos de Robinson.
Nuño nos narra una instancia en la que compartió con el difunto Jefe de Estado y Tim Tucker: “Yo recogía el helicóptero del presidente en el aeropuerto de acá de Santiago, en Las Condes, y me iba en el helicóptero de él hasta la playa en Cachagua, él estaba en la playa, y ahí nosotros con Tucker trabajábamos, lo ayudábamos, nos invitaban a almorzar con la Cecilia, los niños y todo, un ambiente muy familiar”, recuerda el piloto documentalista.
Añade: “Y salía entonces el presidente con Tim Tucker y Gunther Golscher, que es piloto de acá en Chile. Ese mismo, helicóptero, el que se cayó, lo llevaba yo, a la playa y después lo devolvíamos a Santiago y se quedaba allá con sus nietos porque era una persona de familia”.
Robinson R-44: La última aeronave que voló Piñera
Sergio Nuño comienza nuestra conversación explicando que “por lo menos dos tercios de los helicópteros que hay en el país son Robinson”, considerando que según estimaciones del experto hay unas 250 aeronaves con hélice y cola en el país. Un Robinson cuesta unos US$ 600 mil (modelo R-44) versus un Bell que ronda los US$3 millones. Ahora, no hay ninguna diferencia en términos de seguridad entre Robinson y un helicóptero de 6 millones a 3 millones, o de 18, 20 millones”.
En cuanto a la seguridad de las aeronaves , el documentalista añade: “Entonces, un helicóptero tiene su certificado de aeronavegabilidad al nivel de seguridad que tienes exactamente igual para todos. Los helicópteros dependen en un 99% del piloto. O sea, las fallas propias de un helicóptero no creo que sean más allá del 1%, o sea, fallas mecánicas”.
Factores de riesgo en vuelos en helicóptero
Al respecto, Nuño, con un tono cauto y profesional, hace énfasis en que “esto quiero destacarlo, no hay ninguna posibilidad de decirte qué fue lo que pasó, porque hay una investigación en curso que determinará qué es lo que pasó”.
Sergio nos habla desde su conocimiento y práctica, y da claves de los puntos que podrían significar riesgos en el aire: “por ejemplo, sin visibilidad, volar de noche, por ejemplo, volar en una tormenta de nieve, volar dentro de una nube”.
Nuño agrega a lo anterior: “Son situaciones en que tú pierdes la orientación espacial si tú no tienes entrenamiento como piloto de instrumentos, o sea, la calificación de poder volar pilotos de instrumentos con un helicóptero adaptado para poder volar instrumentos, y no hay ningún Robinson en Chile que esté adaptado o que tenga la capacidad de volar instrumentos. O sea, tiene que ser con visibilidad sí o sí. Todos los Robinson de Chile tienen que volar en condiciones visuales”, aseveró.
“No tiene cómo sacarse un cinturón”
Uno de los comentarios que se aprecian en redes sociales es la pregunta que plantea por qué el expresidente no se quitó el cinturón para saltar de la aeronave antes de estrellarse contra el lago. Nuño nos pone en la situación y dice: “Cuando va volando (Sebastián Piñera), tiene la mano izquierda, puesta en el colectivo, que da la potencia a las palas. La mano derecha, en el cíclico, que es la caña, llamémoslo así, el bastón de mando. Cada pie tiene un pedal. Entonces, en el fondo, los dos pies y las dos manos ocupadas. Las cuatro extremidades. No tiene cómo sacarse un cinturón. O sea, tú me decís, ¿por qué no se sacó el cinturón? No le queda con qué”.
Sergio continua narrando posibilidades que se le vienen a la mente en base a lo empírico: “Entonces, él (expresidente) se queda en una situación, probablemente sin visión, que no veía. Había lluvia, la neblina, y sobre todo el vapor adentro del helicóptero que puede haber causado empañamiento de los vidrios. En un momento piensa, “bueno, no veo nada”'’.
Luego, el piloto reflexiona: ¿Con qué vas a limpiar los vidrios si no tienes manos desocupadas? Porque además, no es que lleve un copiloto precisamente al lado. No va una persona experta sentada al lado. O sea, esa persona allí no lleva un pañuelo, no lleva una toalla nueva, no lleva algo para secar el vidrio porque no es profesional y no es algo que debería saber”.
“Yo volé con él”
El experto, que con gusto respondió nuestras dudas respecto al manejo correcto de estas aeronaves, nos cuenta también de su experiencia personal con Sebastián Piñera, con quién compartió en diversos momentos vinculados al mundo de los helicópteros.
“Sí, lo conocí, lo acompañé. Yo, como representante de la marca Robinson en Chile, cada dos años hago un curso de seguridad a los pilotos que hay acá (en Chile), en que se les enseña cómo enfrentar las situaciones complicadas. Y con el presidente, en el último curso, fuimos a su casa de Cachagua y le fuimos a hacer instrucción a los cerros y era un hombre muy diestro. De manera que no había un problema de pilotaje. Esto fue absolutamente fortuito, no lo buscó”, comentó el explorador.
En cuanto al clima Nuño comenta: “Lo que pasa es que cuando tú despegas del lugar, tú puedes ver alrededor tuyo, pero no sabes cómo va estar más adelante. “Yo me considero que soy uno de los que sabe, porque llevo 35 años volando. He tomado muy en serio el asunto de volar. Me caí una vez, me caí en el año 90. Soy sobreviviente, tengo la columna quebrada. He tenido secuencias en el aire extremadamente peligrosas y soy un sobreviviente de 35 años de vuelo”. cerró.