En octubre de 2023 venció el plazo legal de Entel, Movistar y WOM para desplegar los proyectos 5G, los cuales ha sido desarrollados, casi en su totalidad por las dos primeras empresas. Sin embargo, la tercera compañía no cumplió su compromiso de habilitar las 5.000 antenas que había anunciado.
Es por eso que esta semana el subsecretario de Telecomunicaciones, Claudio Araya, informó que se hará efectivo el cobro 50 millones de dólares correspondientes a la boleta de garantía, aunque hasta el momento no se sabe de qué manera se llevará a cabo el proceso.
Desde el Gobierno, en tanto, indicaron que sería proporcional a la cantidad de torres sin construir. Mientras que la compañía WOM, buscó frenar el proceso en la Corte de Apelaciones y, pese a que los tribunales rechazaron la solicitud, la polémica sobre el pago de la multa por parte de la operadora se desató.
Lo anterior debido a que el pasado 2 de noviembre se realizaron los alegatos del caso, y según el Diario Financiero (DF), un día antes la empresa entregó un informe para reforzar sus argumentos, en el que aseguraron que “aún quedan procesos administrativos y judiciales pendientes de resolución por parte de Subtel y la Corte de Apelaciones”.
“El Informe nos brinda una mirada panorámica y holística del problema que nos convoca y nos confirma las ilegalidades cometidas por Subtel al negarse arbitrariamente a fijar un nuevo plazo para la recepción de obras e inicio de servicio”, complementó la abogada de WOM, Ariela Agosín al medio citado.
WOM acusa excesiva exigencia de las autoridades
De acuerdo al DF, la representante de la compañía advierte a la Corte de Apelaciones una “excesiva exigencia” al momento de evaluar el proyecto 5G, y que según su interpretación “el rechazo de la subsecretaría de Telecomunicaciones pasa por no comprender las características del proyecto que se diseñó”.
“Se trata del proyecto más ambicioso a gran escala en la historia reciente de las telecomunicaciones en Chile, lo que se suma a un brusco cambio del entorno regulatorio para el emplazamiento de estaciones base y a la ausencia de sinergias prexistentes de las cuales se pudiera aprovechar un nuevo incumbente como WOM”, agrega Agostín.
Finalmente, la abogada argumenta que “se habla así de un verdadero bing bang de actividades no sólo cercano a la imposibilidad física, sino que alejado de la racionalidad de un proyecto, su natural restricción presupuestaria y alejado de la eficiencia, que posiblemente redundaría en atrasos mayores que los proyectables”.
