Una red oculta en pleno corazón de la capital
En las bulliciosas calles de Santiago y San Miguel, dos laboratorios operaban en la sombra, produciendo comprimidos de MDMA, más popularmente conocida como “Molly”, “Paraíso del amor”, “Éxtasis”, “Adán”, “Cristales”, “Droga del amor” o “Polvo de estrellas”. Pero este miércoles, la Policía de Investigaciones (PDI) puso fin a sus actividades ilícitas, desmantelando ambos centros de producción y poniendo el candado por fuera.
El rastro del éxtasis
Todo comenzó cuando la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado (Brianco) de Arica realizó una incautación sin precedentes: 2.433 comprimidos de MDMA, 223,83 gramos de cannabis y una suma cuantiosa, aunque no revelada de dinero en efectivo. Esta operación llevó a los detectives a descubrir una red más amplia, con raíces en la Región Metropolitana.
El cerebro detrás de la operación
Un joven de naconalidad colombiana de 23 años, en pleno proceso de tramitación de su residencia definitiva en Chile, emergió como la figura central de esta red.
Con tres departamentos arrendados en la Región Metropolitana, dos de ellos se convirtieron en el laboratorio de la producción de éxtasis. Estos comprimidos, luego, eran distribuidos por narcotraficantes, sellando el destino del joven colombiano con su detención.
El valor de un negocio oscuro
El decomiso no solo reveló la magnitud de la operación, sino también su valor monetario.
Con un avalúo estimado de $10 mil por cada comprimido, el valor total de la incautación ascendió a aproximadamente $25 millones, según el prefecto inspector Paulo Contreras.
El peligro desconocido: Palabras del Comisario Patricio Navarro
El Comisario Patricio Navarro, jefe de la brigada de investigación de sustancias químicas controladas de la PDI, profundizó sobre los riesgos de consumir estas drogas “artesanales”. Resaltó la incertidumbre en la dosificación de la droga en el producto final debido a la mezcla inhomogénea de ingredientes.
Esta variabilidad puede llevar desde la ausencia de droga en un comprimido hasta una dosis potencialmente letal.
Además, Navarro advirtió sobre la versatilidad de estas organizaciones criminales, que no solo producen éxtasis, sino también otras drogas con diferentes efectos farmacológicos.
El consumidor, en su búsqueda de un “comprimido”, no tiene idea de lo que realmente está consumiendo, lo que aumenta exponencialmente el riesgo.