¿Quién fue Héctor Sepúlveda, el yerno ermitaño de Salvador Allende que murió ahogado por el sistema frontal?

Sepúlveda vivía refugiado en las montañas desde su regreso del exilio y falleció a causa de la alerta meteorológica que atraviesa el país.

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El nuevo sistema frontal que afecta a toda la zona centro-sur del país ha causado gran cantidad de pérdidas materiales y el fallecimiento de tres personas, uno de ellos, un adulto mayor de 86 años que cayó a un estero en la localidad de Coihueco en la región de Ñuble.

El martes 22 de agosto, las autoridades informaron que se trataba de Héctor Sepúlveda Sepúlveda, yerno del Expresidente Salvador Allende.

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Fue la Fiscalía de Ñuble que confirmó su deceso, detallando que “subió un pequeño cerro para conectar unas mangueras, porque estaba sin agua, resbaló y cayó boca abajo a un riachuelo. Y pese a que éste llevaba poca agua se habría ahogado”.

¿Quién es Héctor Sepúlveda y su relación con Salvador Allende?

Héctor Sepúlveda, una de las 3 víctimas de este sistema frontal que vive el país, era yerno del Expresidente Salvador Allende, pues estuvo casado con Carmen Paz Allende Bussi, una de las tres hijas que tuvo el Exmandatario con Mercedes Hortensia Bussi Soto, con quien tuvo dos hijos: Carmen Sepúlveda Allende y Pablo Sepúlveda Allende.

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En 2012 dio una entrevista para La Tercera donde entregó detalles de la relación con su suegro: “Él me caló y nunca me puso en un lugar, ni nada. Respetó mi individualidad de gente sencilla, de técnico mecánico, de campesino. Nunca me presionó, aunque un día me dijo: ‘Bueno, usted decídase, compañero”.

En aquella oportunidad, el hombre -catalogado por sus vecinos como “ermitaño”- señaló que no militaba y que ingresó posteriormente a las charlas con Allende al Partido Socialista, destacando que “Nunca fue de núcleos” y “que vivía donde estaba, porque no participaba de esa vida”.

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Tras el golpe del 11 de septiembre de 1973, el matrimonio Sepúlveda Allende fue exiliado a México y regresaron a Chile en 1991 para decidir separarse posteriormente y vivir con austeridad.

Su casa contenía ventanas de plástico en vez de vidrio y su sala principal es una mezcla ecléctica de diarios viejos, troncos que funcionan como sillas, mesones con herramientas, toallas a medio secar, libros y un reloj. Además contó en la misma entrevista que “dormía en un colchón curvo sin frazadas ni sábanas a la vista”.

“La electricidad alcanza para un par de ampolletas, pero no para refrigerador ni TV. El hombre, que cocina y lava sin ayuda, pasa la mayor parte del tiempo solo”, finalizó en su relato al medio.

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