El décimo Juzgado de Garantía de Santiago decretó la prisión preventiva para los tres imputados en el marco del homicidio del Carabinero David Florido Cisterna, el pasado viernes 10 de junio en la comuna de Pedro Aguirres Cerda.
Durante la jornada de este lunes se llevó a cabo la formalización de la investigación contra los involucrados en el crimen. Uno de ellos es el presunto autor del disparo, mientras que las otras dos personas serán investigadas presunto encubrimiento del hecho.
De esta manera, los tres imputados, Juan González Quezada, como el responsable del asesinato; Julio Vidal y Marcela García, como sus encubridores, deberán permanecer en prisión preventiva mientras se desarrolla la investigación del hecho, por al menos 120 días.
Cabe recordar que González Quezada, fue capturado el pasado viernes 17 por un equipo del OS-9 en la comuna de Colina. Según información del General Ricardo Yáñez, tenía intenciones de abandonar el país.
Además, este sujeto poseía el beneficio de libertad vigilada ordenada, ya que estaba cumpliendo una condena de 8 años por un robo con violencia e intimidación. Llevaba 5 años en la cárcel y debía salir el 2024.
Según expuso la fiscalía en la audiencia "de acuerdo a los elementos recopilados en el sitio del suceso, González Quezada al menos habría efectuado tres disparos, uno que dio en la mampara de ingreso al local comercial, el segundo disparo que efectuó en contra del personal policial, que le da muerte al Carabinero Florido; y un tercer disparo que percutó en contra del funcionario Sánchez, que era quien lo perseguía cuando huyó".
De este modo, el presunto autor del crimen es investigado por homicidio consumado y homicidio frustrado en contra de funcionarios de Carabineros en ejercicios de sus funciones.
Por otro lado, Marcela García, la presunta encubridora, deberá cumplir con la medida cautelar "de forma segregada" y en un lugar seguro, para evitar cualquier tipo de agresión", detalló la magistrada Cristina García.
En caso de ser considerado culpable del crimen, González Quezada arriesga una pena de 40 años de prisión efectiva. Mientras que Vidal y García, arriesgan desde 5 años y un día de cárcel por haber ocultado al sospechoso de haber cometido el homicidio.
