Este miércoles la Cámara de Diputados aprobó de forma unánime con 122 votos el proyecto de Pensión Garantizada Universal (PGU), y al tratarse de su último trámite constitucional, queda todo listo para que se convierta oficialmente en ley de la República.
Con la creación de la PGU, el Ejecutivo busca sustituir la actual Pensión Básica Solidaria y ampliar el monto máximo de $176 mil a $185 mil para todas las personas mayores de 65 años que no estén en el 10% más rico de la población, independiente de si tienen ahorros previsionales o de si están laboralmente activos.
El monto se entregará a partir de la pensión base del beneficiario. Quienes perciban menos de $630 mil recibirán los $185 mil mensuales, mientras que aquellos que se ubiquen entre los $630 mil y $1 millón recibirán un monto que irá disminuyendo progresivamente.
Esta aprobación llega después de arduas semanas de trabajo, en las cuales se negociaron diferentes términos para acelerar su tramitación y poder concretar el pago de este beneficio durante el mes de febrero. En este punto, generó mucho debate el cómo podría ser financiada.
Es por eso, que además se aprobó durante esta jornada el proyecto que reduce o elimina ciertas exenciones tributarias en distintos ámbitos para el financiamiento de esta Pensión Garantizada Universal, como el mercado de capitales, inmobiliario, el IVA y seguros de vida, entre otros.