En cuarentena preventiva total quedó el Centro Penitenciario Femenino Mayor Marisol Estay, de San Miguel, tras detectarse un brote de Covid-19 en sus dependencias.
Por medio de un comunicado, Gendarmería sostuvo que hasta el domingo 29 de agosto, al menos 10 internas del recinto fueron diagnosticadas con coronavirus, hecho que obligó a realizar el correspondiente procedimiento sanitario.
Dada esta situación, 362 personas que se desplazan por la unidad penal fueron sometidas a exámenes de PCR durante el fin de semana, de las cuales 346 están privadas de libertad y 16 corresponden a funcionarios.
La institución penitenciaria añadió que "se está gestionando que hoy se terminen de aplicar los test a 117 imputadas y a los 50 funcionarios que están de servicio".
El hecho implicó también la suspensión de las visitas familiares durante el periodo de cuarentena que terminará el próximo 18 de septiembre. No obstante, Gendarmería confirmó que la entrega de encomiendas no se suspenderá.