Matrimonio Igualitario: ¿De qué trata el proyecto y qué le falta para que sea ley?

El matrimonio igualitario es uno de los derechos civiles por los que más ha peleado la sociedad actual y que pronto espera convertirse en realidad, tras la aprobación en el Senado del texto al que el Gobierno le dio suma urgencia para que sea ley antes de que concluya el mandato del Presidente Sebastián Piñera.

La iniciativa, que ingresó al Parlamento casi final de la segunda administración de la expresidenta Michelle Bachelet (2014-2018) y que no fue discutida por no encontrar respaldo en la entonces oposición, hizo período de cajón hasta que el gobernante en su cuenta al país anunció que aceleraría la discusión de la iniciativa, sorprendido a legisladores y dirigentes de su sector, sobre todo a los más conservadores y contrarios a ella.

Es así como en medio de la pandemia y de la tramitación de otras leyes de protección social para enfrentarla, el articulado sobre matrimonio igualitario comenzó su análisis en las distintas comisiones hasta llegar al Senado, donde el miércoles 21 de julio fue aprobado, sorteando un obstáculo más.

Dicho paso dio esperanzas a las parejas del mismo sexo que hasta ahora sólo pueden recurrir al Acuerdo de Unión Civil (AUC) para formalizar su relación ante la sociedad y acceder a derechos y prestaciones que tienen los matrimonios entre hombres y mujeres.

El proyecto de matrimonio igualitario redefine el concepto de esta institución de la sociedad como "un contrato solemne por el cual dos personas se unen actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear, y de auxiliarse mutuamente".

La definición modifica las obligaciones y deberes de los cónyuges estipulando que, independientemente de si se trata de personas de igual o de distinto sexo, ambas deben proveer a las necesidades de la familia común, atendiendo a sus facultades económicas y al régimen de bienes que entre ellos exista.

También, les otorga igualdad de condiciones a los contrayentes, garantizando la filiación, y adopción homoparental; cambia el concepto de madres o padres por el de progenitores, reconoce las uniones contraídas en el extranjero, permite definir el orden de los apellidos de los hijos e hijas, y elimina a la homosexualidad como causal de divorcio culposo.

Además, la unión se contrae con separación de bienes, aún cuando la pareja puede optar al régimen de participación en los gananciales y en el caso de una pareja de mujeres regula la filiación del hijo concebido mediante la aplicación de técnicas de reproducción humana asistida, entre otros aspectos.

El proyecto de matrimonio igualitario genera un impacto en todas las normativas que tienen que ver con esta institución puesto que su aprobación modificará la Ley sobre Abandono de Familia y Pago de Pensiones Alimenticias.

Asimismo, implicará cambios a la Ley de Matrimonio Civil, a la que crea el Acuerdo de Unión Civil (AUC), aquella que reforma en esos aspectos al Registro Civil y la ley que establece normas sobre Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales.

También impacta el Decreto con Fuerza de Ley (DFL) que fija las normas sobre el Sistema Único de Prestaciones Familiares y Sistema de Subsidios de Cesantía para los Trabajadores de los Sectores Privado y Público y la ley sobre Adopción de Menores.

Ahora el proyecto de matrimonio igualitario pasará a Sala de la Cámara de Diputados para su segundo trámite y continuar su discusión con suma urgencia, aunque depende de la agenda que lleve la Corporación que se vea o no cuanto antes.

El propósito del Gobierno, según indicó el ministro secretario general de la Presidencia, Juan José Ossa, es que los legisladores puedan aprobar la iniciativa antes de que concluya el período presidencial en 2022.

“Es un proyecto que queremos seguir impulsando, existe una gran carga legislativa en la Cámara de Diputados, pero nuestro propósito e intención es mantener la suma urgencia”, expresó el secretario de Estado.