"La violencia no puede legitimarse jamás como método de acción política y debe ser condenada sin matices por todos", sentenció este sábado el delgado presidencial para la Macrozona Sur, Pablo Urquízar, al condenar el hecho de violencia en el que resultó muerto un comunero mapuche en Carahue.
Mediante una declaración, el representante del Gobierno en la zona del conflicto en La Araucanía expresó que "consideramos de máxima gravedad lo ocurrido, en el contexto de un atentado incendiario con la utilización de armamento de alto calibre por parte de encapuchados, en contra de trabajadores que se encontraban en un predio con una medida de protección".
La autoridad subrayó que "en ese contexto es que Carabineros, en el cumplimiento de su deber, se enfrenta con los encapuchados armados, falleciendo lamentablemente una de las personas presuntamente involucradas" y que, en un principio, se pensó que era el hijo del líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul.
Urquízar también manifestó su preocupación por el trabajador que realizó gravemente herido y "esperamos que se encuentre fuera de riesgo vital y que pueda recuperarse prontamente".
Asimismo, el representante del Ejecutivo en la zona del conflicto rural sostuvo que "no podemos relativizar el actuar delictual y terrorista que ha cobrado múltiples víctimas, mapuches y no mapuches" en la zona, añadiendo que hechos de violencia que se sucedieron a ese episodio en La Araucanía, como la quema de una posta, "no pueden jamás aceptarse".
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