"Ningún país ha logrado llegar a la meta siguiendo la vía chilena al desarrollo: extractivismo, regalo de rentas a privados, concentración económica y desigualdad extrema. Pero tampoco, ningún país lo ha logrado por el extremo opuesto: un Estado asfixiante, expropiaciones y redistribución sin crecimiento", afirmó Daniel Matamala.
En su columna de este domingo en La Tercera, el periodista se detuvo a analizar la estrepitosa caída que ha tenido el país en materia de competitividad mundial, bajando del puesto 19º al 44º según el Informe de Competitividad Global y que según varios expertos se da por falta de inversión en ciencia, tecnología e innovación.
A juicio del comunicador, la razón es que pese a todo lo que ha vivido el país en los últimos dos años con el estallido social, la pandemia, el proceso constituyente, las elecciones y la peor crisis económica y de empleo en 45 años, "por debajo de esas turbulencias, hay un mar de fondo que sigue exasperantemente inmóvil, sin enterarse de las tormentas en la superficie".
Con esa metáfora Matamala aludió al mundo empresarial que pese a tener claro el diagnóstico de las carencias que han provocado el descenso del país como adoptar tecnologías digitales para mejorar la productividad; una reforma previsional basada en esfuerzos individuales y colectivos con consenso social; una reforma tributaria que incremente la recaudación y mejore la competitividad; y aumentar la investigación y desarrollo, con trabajo conjunto entre universidades, Estado y empresas, sigue sin querer verlo.
"¿Por qué no lo hacemos, entonces? Porque los intereses de quienes dominan el poder están desalineados con los del país. Así lo ha probado esta pandemia, en que los chilenos sobrevivieron gastando sus ahorros de pensiones, mientras las grandes fortunas multiplicaban sus patrimonios. Luksic, Ponce y Angelini pueden prosperar quedándose con las rentas del cobre, el litio y la harina de pescado. Pero el resto de Chile, no", aseveró.
Dado este escenario, añadió el influencer, "no hay forma más segura de perder una carrera, que quedarse parado mirando a los demás corredores. No es lo que estamos haciendo mal, es lo que no estamos haciendo. Seguimos atrapados en un modelo que nos sirvió para crecer aceleradamente, reducir la pobreza y entrar a la sociedad de consumo, pero que ya se agotó. Y no estamos dando un segundo empujón", sostuvo.
Como ejemplo Daniel Matamala nombró a Suiza, Suecia, Dinamarca y Holanda que lideran el ranking. "Todas ellas son economías capitalistas, pero con fuertes redes de protección social. El Estado tiene un rol relevante, pero el respeto a la propiedad privada es norma. La libertad económica es fundamental, pero para innovar y competir".
"Para ponernos en marcha, no nos sirven las nostalgias estatistas de los sesentas, ni las neoliberales de los noventas. Esos mundos no volverán. Pero si la tormenta que vivimos logra redistribuir el poder para alinearlo con los intereses del país, tal vez podamos mover por fin esas aguas estancadas y convertirlas en una corriente de ciencia, innovación, economía verde y cohesión social, que nos lleve a buen puerto", concluyó.