Presidente de la comisión de Ética confirma que la instancia acogerá requerimientos contra Jiles

La decisión obedece a los epítetos esbozados por la diputada humanista antes y después de votar en las en estas los megacomicios de este fin de semana y que presuntamente habrían sido dirigidos al Presidente Sebastián Piñera.

El presidente de la comisión de Ética de la Cámara de Diputados, Bernardo Berger (RN), adelantó este domingo que la instancia acogerá aquellos requerimientos que se pudiesen presentar en contra de la diputada Pamela Jiles, por los insultos que realizó a viva voz antes y durante su votación del sábado en la comuna de La Pintana.

La legisladora de oposición formuló epítetos de grueso calibre hacia a un destinatario que no nombró pero que michos infirieron que se trataría del Presidente Sebastián Piñera, acción que le valió una serie de críticas transversales del mundo político y la advertencia de ser pasada a la instancia disciplinaria de la corporación.

Berger dijo que la comisión "debe actuar por oficio o acoger eventuales requerimientos que pudiesen presentarse a partir de este lunes por los dichos que, en la forma y en el fondo, emitió la diputada Pamela Jiles".

El legislador por el distrito 24 señaló que las palabras de la legisladora "no se circunscriben ni en el tono ni en el contexto, a la manera en que el mundo legislativo debiera referirse a otras autoridades ni a nadie en Chile".

Entre las condenas al actuar de la parlamentaria del Partido Humanista figura la del ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, quien sostuvo que "a nosotros nos parece que no hay que dedicarle ni un segundo más a quienes pretenden insultar y denigrar la democracia, porque es precisamente aquello lo que están buscando".

Cabe mencionar que el diputado Sebastián Torrealba (RN) ya había dicho que presentarían un requerimiento contra Jiles por las descalificaciones que "iban en clara alusión ofensiva hacia el Presidente de la República, Sebastián Piñera Echenique".

"(Sus insultos) no solamente constituyen una transgresión de las reglas y principios que rigen la ética parlamentaria y la recta conducta que se espera de un parlamentario, sino que además constituyen una infracción flagrante a las normas electorales", complementó.

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