Como Julián Víctor Patricio Hernández de 30 años, fue identificado un ladrón que fue asesinado de forma accidental de un tiro por uno de sus cómplices, minutos después que asaltaran y robaran una fábrica de tubos de PVC, en la localidad de San Pedro, cerca de Buenos Aires, en Argentina.
La banda de cinco sujetos llegó hasta el local que atendía su dueño, Chen Xilen, de 45 años, quien fue encañonado para que entregara el dinero y las cosas de valor. Los hampones intimidaron a clientes y trabajadores por igual, logrando un botín de 1.700 dólares y 200 mil pesos argentinos, todo avaluado en 3 millones de pesos chilenos.
Los hampones luego se subieron a una camioneta y aceleraron, disparando al aire para que no fueran seguido. Pero uno de los balazos dio en el brazo de Hernández, el que fue trasladado por los mismos criminales hasta el hospital más cercano, para luego arrancar en distintas direcciones. Sin embargo la bala terminó alojada en la pelvis, lo que le provocó una hemorragia grave al herido ladrón, lo que finalmente le costó la vida.
En la casa de su familia
Luego de varias averiguaciones, la policía al revisar las cámaras de seguridad logró identificar a toda la agrupación criminal, individualizando al autor del disparo, por lo que todos pudieron ser capturados.
Sin embargo quien mató a su compañero de delitos, se refugió en la casa de sus padres, quienes no tenían intensión de entregar a su primogénito, lanzando botellas y piedras a los uniformados, terminando uno de ellos lesionados en la cabeza. Finalmente se pudo capturar al asesino, quien estaba debajo de una cama.
Toda la banda quedó tras las rejas mientras dura la investigación por robo, tenencia de armas y la muerte de uno de ellos mismos.