El cobre se configura como uno de los minerales más demandados en el mundo debido a su importancia en la transición energética, razón que, por el momento, lo deja fuera de la política arancelaria que implementa el gobierno estadounidense de Donald Trump. Un hecho que ha generado el inicio de una guerra comercial con China, uno de los principales compradores del metal rojo.
Sin embargo, y a pesar de que el cobre está exento de estas alzas arancelarias, aún está siendo investigado por el Departamento de Comercio, el cual dictaminará eventualmente si hay una modificación o no.

CEO de Antofagasta Minerals afirma que inversiones relacionadas al cobre podría sufrir un freno
El riesgo de un incremento en las tarifas arancelarias del cobre por parte de Estados Unidos ocurre al mismo tiempo en que las grandes mineras evalúan importantes proyectos de inversión en Chile.
De acuerdo a Diario Financiero, algunas de estas empresas han confirmado iniciativas millonarias en el país, por ejemplo, BHP posee proyectos por casi $14.000 millones de dólares, Freeport McMoran tiene alrededor de $7.500 millones de dólares para la expansión de El Abra y Antofagasta Minerals considera alrededor de $7.500 millones de dólares para Chile y un megaproyecto denominado Twin Metals en Estados Unidos.
Al respecto, el CEO de Antofagasta Minerals, Iván Arriagada, sostuvo al citado medio que, “la administración Trump es muy dramática en la forma en que analiza las políticas sobre aranceles y (...) basándonos en los argumentos presentados, creo que tenemos una postura sólida en esta conversación”.
En esa línea, enfatizó que habrá dos probables efectos: “uno de ellos es la mayor incertidumbre: los inversionistas, especialmente en minería, necesitan más certeza, especialmente con inversiones a largo plazo y, por lo tanto, eso podría reducir la inversión o retrasar algunas decisiones”.
Por otro lado, “si el impacto secundario de la incertidumbre implica un menor crecimiento económico global, eso también tendrá un impacto en la demanda, que es otro factor que podría disuadir a los inversionistas de realizar nuevas inversiones. Así que creo que existe ese riesgo”, explicó.
A nivel de la empresa, sin embargo, comentó que “nuestra cartera de ventas está principalmente orientada, en primer lugar, a Japón, a Corea del Sur y a otros países de Asia, entre ellos también China, y en menor proporción a Europa y Estados Unidos. Por lo tanto, no tenemos un impacto directo (...) estamos a la expectativa de cómo se resuelve esto próximamente”.