El acceso al agua potable y al saneamiento en localidades de grandes ciudades es fundamental para garantizar la salud pública y la calidad de vida de sus habitantes. Estas infraestructuras básicas no solo previenen enfermedades infecciosas relacionadas con el agua contaminada, como diarreas y cólera, sino que también contribuyen a mejorar la productividad económica y la inclusión social.
En zonas densamente pobladas, contar con sistemas eficientes de distribución de agua y manejo de residuos es esencial para mitigar los riesgos asociados al hacinamiento y la contaminación ambiental. Además, el acceso equitativo al agua potable y al saneamiento fomenta el desarrollo sostenible, promoviendo un uso responsable de los recursos hídricos.
Localidades vulnerables dentro de grandes urbes a menudo enfrentan dificultades para acceder a estos servicios, perpetuando ciclos de pobreza y exclusión. Implementar soluciones integradas que combinen infraestructura, educación y políticas públicas sólidas es crucial para cerrar estas brechas y asegurar que todas las comunidades puedan beneficiarse de estos derechos esenciales.
Por lo anterior, se desarrolla en Lima, Perú, un megaproyecto que busca mejorar el acceso al agua y saneamiento, con una inversión de 1.200 millones de soles, lo que en dólares equivale a más de 321 millones. Este es el más grande de este tipo en la historia del país.
Lo que se sabe del megaproyecto de agua potable en Lima
Su nombre es Nueva Rinconada y fue presentado por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) de ese país. Su objetivo es asegurar un futuro más sostenible para la capital peruana y sus habitantes.
En ese sentido, se verán favorecidos los sectores de San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo, y Villa El Salvador. Para eso, modernizarán 35.017 conexiones de agua ya existentes, así como 34.091 de alcantarillado. Además, construirán 20 tanques de almacenamiento completamente nuevos.
A lo anterior, se suma el mejoramiento de 9 tanques ya existentes; todo esto, con el propósito de asegurar un suministro de agua potable constante y eficiente.
Actualmente, la obra tiene un avance del 58%; sin embargo, las fechas establecidas en su ejecución estimaban llevar un 68,21% para esta época del año. Esto pone en riesgo el cumplimiento de la fecha de finalización del megaproyecto, pronosticado para 2025.
