El inicio del mes de abril ha estado muy movido con el reciente terremoto en Taiwán y ahora, la actividad del volcán Poás en Costa Rica. Este último ha generado gran preocupación desde el recién pasado martes, ya que luego que se secara el lago del cráter, aumentó la emisión de gases y comenzaron a caer cenizas sobre las localidades más cercanas.
Las autoridades cerraron el acceso al cráter en el parque nacional del volcán, debido principalmente a que, según algunos informes, se han generado problemas respiratorios en las comunidades vecinas de Grecia, Sarchí y Naranjo, situadas en las faldas del monte a 40 km al norte de San José.
Dado a esta misma situación, la Cruz Roja costarricense aconseja que los residentes tomen precauciones para evitar la exposición a estos gases y cenizas. El vulcanólogo Cyrill Müller, explicó que las cenizas que se provocaron por la actividad volcánica se debe directamente a que el lago del cráter se secó.
La Comisión Nacional de Emergencias emitió una “alerta verde”, que según la categorización está en el nivel 1 de 4, debido a la actividad volcánica. Este volcán se encuentra ubicado en la cordillera central, pese a que lleva años emitiendo diferente gases y vapores, recientemente ha aumentado significativamente su actividad.