Zoraya Ter Beek, es una mujer holandesa de 28 años de edad que ha decido terminar con su vida por medio de la eutanasia, tras luchas toda su vida con depresión paralizante, autismo y trastorno límite de la personalidad.
Según sus declaraciones que entregó al New York Post, esta decisión la habría tomado después que los médicos que la trataban le comunicaran que no podían hacer nada más por ella, ya que no tenían más tratamientos y nunca mejoraría. Esto a pesar de estar enamorada de su novio de 42 años y vivir con sus dos gatos.
La mujer llevará su proceso de eutanasia en el sofá de su casa y sin música. Cuando ella se encuentre lista, el médico administrará un sedante seguido del medicamento que detendrá su corazón. Su deseo es ser incinerada para que después su novio esparza sus cenizas en un lindo lugar en medio del bosque que ellos elegirán previamente.
Sin embargo, uno de los temores que tiene Zoraya es la incertidumbre de la muerte y no saber qué sigue. “Tengo un poco de miedo a morir, porque es lo más desconocido (...) Realmente no sabemos qué sigue, ¿o no hay nada? Esa es la parte aterradora”, declaró.
¿Qué dicen los expertos respecto a la eutanasia?
Según las estadísticas que se han realizado en Países Bajos que, en 2001 fue el primer país en el mundo en legalizar la eutanasia asistida, un 5% de las muertes totales del país se debe a este motivo, alcanzando un cifra de 8.720 en el año 2022.
La doctora Stef Groenewoud, especialista en ética de la atención sanitaria de la Universidad Teológica de Kampen, dice que puede ver la eutanasia como una “opción aceptable puesta sobre la mesa por los médicos y los psiquiatras, cuando antes era el último recurso”, manifestó.
Sin embargo, también expuso que ve un cambio en relación al profesional con los pacientes que tienen enfermedades psiquiátricas, en especial con los más jóvenes, “el profesional de la salud parece abandonarlos más fácilmente que antes”, confesó.
En el medio Free Press, los opositores a la legalización de la eutanasia expresaron que esta ley ha promovido la cultura del suicidio a jóvenes como Zoraya, diciendo que el comportamiento de esta es contagioso para las personas. Ter Beek se opuso tajantemente a este artículo y dijo que su objetivo era entregar información a las personas que quieren aprender, además que se alejaría de las redes sociales antes de su muerte.