Afganistán ha sido sacudido por uno de los terremotos más devastadores de las últimas décadas, desencadenando una crisis humanitaria en el país ya afectado por conflictos y problemas económicos y sociopolíticos.
El sismo, de magnitud 6,3, y las posteriores réplicas han dejado un saldo de al menos 2.500 personas fallecidas, según informes del Gobierno talibán. Además, más de 1.240 personas resultaron heridas y 1.320 viviendas quedaron completamente destruidas, según detalló Zabihullah Mujahid, portavoz del Ejecutivo talibán.
El número de víctimas ha aumentado abruptamente en las últimas horas, ya que al comienzo se estimaba en alrededor de mil fallecidos. La Media Luna Roja afgana había cifrado en 400 los muertos, pero advertía que esta cifra podría aumentar, ya que al menos 12 aldeas en el distrito de Zindah Jan, epicentro de los temblores, quedaron completamente destruidas, y los equipos de rescate continúan buscando entre los escombros.
Se estima que unas 4.200 personas pertenecientes a 600 familias se han visto afectadas por esta tragedia, siendo la aldea de Mahal Wadakah la más golpeada por el terremoto, según un informe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Detalles del terremoto
El sismo, que tuvo su epicentro a 33 kilómetros de la ciudad de Zindah Jan, en la provincia de Herat, provocó al menos siete temblores en un solo día. La primera sacudida, la más fuerte, ocurrió a las 7:30 de la mañana, a una profundidad de 14 kilómetros. Le siguieron cuatro réplicas en una hora, con magnitudes de 5,5; 4,7; 6,3; y 5,9, respectivamente. La cuarta réplica, de magnitud 6,3, se registró a unos 10 kilómetros de profundidad y a unos 29 kilómetros de Zindah Jan. Posteriormente, se sintieron dos temblores adicionales de magnitudes 4,8 y 4,9, respectivamente.
En la aldea de Sarboland, cercana al epicentro, se observaron decenas de casas destruidas. Grupos de personas buscaron desesperadamente sobrevivientes entre los escombros, mientras que mujeres y niños aguardaban al aire libre entre las viviendas arrasadas, con sus pertenencias a la intemperie. La situación es desesperada para muchas familias que han perdido sus hogares y pertenencias.
Afganistán se encuentra en una región propensa a desastres naturales debido a su ubicación en la cadena montañosa del Hindu Kush, que es una zona de alta actividad sísmica. Además, el país cuenta con una población vulnerable, en su mayoría de bajos recursos, y carece de infraestructura adecuada para enfrentar desastres como inundaciones y terremotos.
Esta tragedia se produce en un momento en que Afganistán ya enfrenta una grave crisis humanitaria, tras la toma de poder por parte de los talibanes en 2021 y la retirada de la ayuda internacional.