Abrir un frasco, hacer la cama o lavar los platos, para muchos puede ser una tarea simple de realizar. Sin embargo para la texana Ayanna Williams esto era imposible desde hace 30 años, luego que decidiera dejar crecer sus uñas para batir el récord guinness.
La mujer cumplió su objetivo el 2017, cuando logró derrotar a cientos de hindúes llegando a los 5,8 metros de largo. Esto le tomaba más de dos botellas de esmalte de uñas y 20 horas para hacerse la manicura, según declaró.
Sin embargo toda la gloria que le llevó sostener ese récord, terminó por aburrirla, por lo que decidió ponerle fin. Ayudada de una herramienta rotativa eléctrica, y al menos tres manicuristas, cortó sus "garras", para poder nuevamente saludar de mano o rascarse la espalda.
Uñas a un museo
Según indicó, ahora se dedicará a alentar a quien quiera superarla en su loco reto mundial. "Con o sin mis uñas, seguiré siendo la reina. ¡Mis uñas no me hacen a mí, yo hago a mis uñas!", explicó la mujer, quien donó su orgullo a un museo de Orlando, Florida, para que las exhiban.
Hasta antes de Williams, el récord histórico de las uñas más largas estaba "en manos" de Lee Redmond, quien comenzó a dejarlas crecer en 1979, hasta lograr una longitud de 8,5 metros. Sin embargo Redmond las perdió en un accidente automovilístico en 2009.