Muchas veces la ficción supera a la realidad, y es lo que habría pasado en Texas, Estados Unidos, donde una ambiciosa mujer llegó al límite de la crueldad, asesinando a su propio hijo para cobrar un seguro de vida. Sin embargo fue arrestada cuando iba a cobrar los cheques por un total de 200 mil dólares.
Se trata de Ashley Marks (25) quien el año pasado recibió las condolencias de docenas de cercanos tras la muerte de su pequeño hijo Jason Sánchez, de 6 años, quien se encontraba enfermo, atendiéndolo y dándole los medicamentos que el doctor le recetó. No obstante su plan no era que su primogénito sanara, sino que muriera.
El niño emporó su salud y el 27 de junio del año pasado falleció por complicaciones multisistémicas. Se inició una investigación, la que determinó que Jason falleció de una sobredosis de medicamentos, pero como no habían pruebas contra la mujer, se catalogó como accidental. Hasta ahora.
Seguro de vida
Ashley estuvo bajo la lupa por su presunta responsabilidad, pero no fue hasta que intentó cobrar unos cheques que se disipó todo tipo de dudas en su contra, ya que el dinero canjeado provenía de un seguro de vida, el que semanas antes de la muerte de su hijo, había contratado, por un monto de 200 mil dólares (140 millones de pesos).
La mujer fue detenida por la policía, confesando su crimen. Fue formalizada por el asesinato de su hijo y trasladada hasta la cárcel de Texas. Ahí arriesga la pena de muerte, ya que en ese estado aún está vigente por crímenes de este tipo.