Inusual muerte de menor de 9 años con COVID-19 sacude a EE.UU.: no alcanzó a superar las 24 horas

El hecho llamó la atención por la rapidez del deceso desde que le fue detectada al menor de edad la presencia del coronavirus.

La muerte de un niño de nueve años a causa de la pandemia es poco común en Texas, Estados Unidos. Sin embargo el pasado 6 de enero el pequeño J.J. Boatman sufrió complicaciones que provenían de COVID-19 en el hospital Cook Children's Medical Center en Fort Worth.

Estos son de los pocos sucesos que ocurren en infantes por la pandemia de coronavirus dentro del país estadunidense. De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) del país norteamericano, las muertes por esta causa en menores de 0 a 4 y de 5 a 17 años son de 0.1%, consignó El Universal.

El padre declaró a medios locales que J.J. había estado jugando con normalidad, feliz, hiperactivo y amoroso. Pero al siguiente día jadeaba y pensó que se trataba de una inflamación de las cuerdas vocales. Horas más tarde, le llamó a su esposa para comentarle que el menor tenía dificultades para respirar y decidió llevarlo al hospital donde al descubrir que sus pulmones estaban blancos, lo trasladaron en helicóptero a norte de Texas, para ser derivado al Cook Children's Medical Center en Fort Worth.

Allí corroboraron que J.J. padecía COVID-19 y pocas horas después, la familia recibió la noticia de que su hijo había fallecido.

El tío del menor comentó que J.J. ya había presentado episodios de asma y tenía un trastorno por déficit de atención con hiperactividad y autismo. Pero no había sido impedimento para que fuera un niño feliz.

De acuerdo con estudios que han aplicado los expertos, se dice que los niños son la población con menor riesgo, ya que los cuadros que han presentado son leves y pueden llegar a confundirse con un resfriado. Aún así, es importante estar atentos a la salud de ellos, sobre todo en condiciones especiales como sobrepeso, diabetes o complicaciones cardíacas.