Hace una semana comenzaron las obras de remodelación de Plaza Italia, uno de los ejes más importantes de la Región Metropolitana. Dicha acción no ha estado libre de reclamos, puesto que ha ocasionado atochamientos y desvíos de tránsito que se extenderán por casi un año más.
Esto porque el proyecto de Nueva Alameda tiene cuatro fases, las que se extenderán hasta septiembre de 2025 y que, según expertos, ocasionarían “inevitables” congestiones.
Estas son las fases del proyecto Nueva Alameda: Remodelación del eje Plaza Italia
La primera fase, la que se está haciendo en estos momentos, dispone de trabajos entre calle Merced y Avenida Vicuña Mackena, la cual terminaría tentativamente en diciembre de este año.
La Fase 2 se dividirá en tres puntos:
- Fase 2A: Calzada sur Providencia (hasta febrero de 2025).
- Fase 2B: Calzada norte Providencia (hasta marzo de 2025).
- Fase 2C: Esquina nororiente Vicuña Mackenna y vereda norte Providencia (hasta abril 2025).
Una división similar ocurrirá en la Fase 3 que tratará el sector sur de Vicuña Mackenna:
- Fase 3A: Construcción nueva pista y bandejón (hasta mayo de 2025).
- Fase 3B: Recapado calzada poniente (hasta junio de 2025).
- Fase 3C: Recapado calzada oriente (hasta junio de 2025).
Finalmente, la Fase 4 del proyecto de remodelación de Plaza Italia estará centrada en Parque Balmaceda y Plaza Baquedano, la que se hará entre julio y septiembre de 2025.
Respecto a las congestiones y problemas de tránsito que estas obras generan, el académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad Andrés Bello, Rodrigo Fernández, dijo que “es fundamental monitorear de cerca el impacto en los flujos de tráfico, especialmente en las intersecciones de Eliodoro Yáñez con Andrés Bello y Huelén con Andrés Bello, donde ya se observan colas que superan el largo de una cuadra”, en conversación con El Mercurio.
Al mismo diario, Julio Nazar, académico de la Facultad de Arquitectura y Arte de la Universidad del Desarrollo, aseguró que “son modificaciones que tienen que también impulsar cierto cambio de conductas por parte del automovilista, por parte de las personas que usan esa zona”.
“El transporte público va a sufrir algún tipo de deterioro, algún tipo de complicación en su flujo. Eso es inevitable, pero también aquí alguien que puede salir bastante perjudicado un buen tiempo va a ser el peatón. Hoy por hoy, la situación peatonal es bastante complicada en esa zona, y durante la obra quizás se complejizará bastante más”, añadió.