Por medio de datos recopilados de diferentes telescopios y misiones espaciales, entre ellas, del Nuclear Spectroscopic Telescope Array (NuSTAR) de la NASA y la misión XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA), un grupo de especialistas descubrió propiedades inéditas de un agujero negro supermasivo en el centro de una galaxia distante.
El hallazgo se presentó en el marco de la 245ª reunión de la Sociedad Astronómica Americana y se publicó en el The Astrophysical Journal Letters. Sin embargo, la investigación continuará monitoreando el agujero negro, con el fin de identificar otros secretos no descubiertos.
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¿Cuáles son los hallazgos?
Según lo comunicado por la NASA, el centro de la investigación es el agujero negro 1ES 1927+654, que está ubicado en una galaxia a 270 millones de años luz, el cual posee una masa proporcional a la de 1,4 millones de soles.
De acuerdo a la profesora asociada a la Universidad de Maryland, Eileen Meyer, “en 2018, el agujero negro comenzó a cambiar sus propiedades justo delante de nuestros ojos, con un gran estallido óptico, ultravioleta y de rayos X”, desde entonces, “muchos equipos lo han estado vigilando de cerca”.
En este contexto se desarrolló la investigación, la cual permitió descubrir, “el lanzamiento de un chorro de plasma que se mueve a casi un tercio de la velocidad de la luz y fluctuaciones inusuales y rápidas de rayos X que probablemente surjan cerca del borde mismo del agujero negro”, señala el comunicado.
Según Meyer, “el lanzamiento de un chorro de agujero negro nunca antes se había observado en tiempo real”, de hecho, se estima que inició de forma paulatina y cubierta por gases calientes, sin embargo, su estallido proporcionó una mayor visibilidad.
De acuerdo a la especialista, estos hechos son inusuales, por ello, se cree que existe un objeto cercano al agujero negro que podría afectar las oscilaciones de rayos X. La pregunta era, qué podría ser, puesto que los cuerpos en el espacio cercano a estos fenómenos son atraídos a su centro y, por consecuencia, se desintegran.
Con base a lo anterior, equipo detectó que una estrella enana blanca del tamaño de la Tierra podría estar de manera intacta en cercanía de este fenómeno y alterarlo a tal punto de registrar los efectos antes descritos.