Un equipo de científicos y astrónomos de Japón y Estados Unidos presentaron un inédito hallazgo en la revista Nature. Se trata del descubrimiento de un nuevo sistema planetario en el universo, el cual alberga una estrella de características parecidas al sol y dos planetas, uno de ellos similar a la Tierra.
Por lo anterior, se le ha denominado como “Super Tierra” al planeta K2-360 b que, a diferencia del nuestro, presenta una densidad 7,7 veces mayor, la más alta descubierta a la fecha.
Los antecedentes presentados en el informe, otorgados por la misión K2 de la NASA, el estudio de este descubrimiento entregaría información acerca de la formación y evolución de los planetas en lugares más alejados.
Principales hallazgos de la “Super Tierra” más densa descubierta
De acuerdo a lo recopilado por el portal Phys.org, el nuevo sistema descubierto, llamado K2-360, fue detectado por primera vez en 2016 por la NASA y está ubicado a 750 años luz de nosotros. También, posee dos planetas que giran en torno a una estrella, la “Super Tierra”, o K2-360 b, y K2-360 c.
Respecto a K2-360 b, se reveló que es un planeta rocoso más grande que la Tierra, aunque más pequeño que Neptuno, denso como ningún otro y su órbita tiene una duración de 21 horas. Además, debido a la cercanía que tiene respecto de su estrella, su superficie presentaría grandes cantidades de lava.
El autor principal del estudio, el John Livingston, comentó al medio que “es tan denso como el plomo, empaquetando casi 8 masas terrestres en una bola solo un poco más grande que nuestro planeta (...) ello lo convierte en el planeta más denso conocido entre la clase de planetas de ‘período ultracorto’ [con parámetros precisos], que orbitan sus estrellas en menos de un día”.
Incluso, su densidad podría sugerir que se trata de un núcleo de un planeta más grande que perdió sus capas externas. “Este planeta nos da una idea del posible destino de algunos mundos cercanos, donde solo quedan los núcleos densos y rocosos después de miles de millones de años de evolución”, sostiene el coautor de la investigación, Davide Gandolfi.