La misión Juno de la NASA fue lanzada en 2011 y entró en órbita alrededor de Júpiter en 2016, desde ese entonces se ha dedicado a explorar este planeta, el más antiguo del sistema solar. El objetivo principal de esta sonda espacial es de analizar los cuerpos celestes que rodean el gigante gaseoso y su interacción con ellos, además de su origen y evolución, entre otros aspectos, con el fin de entregar luces respecto al desarrollo del sistema planetario.
La nave, que utiliza como combustible la energía solar, ha proporcionado información clave y fascinantes imágenes del planeta a los astrónomos, quienes han logrado estudiar la atmósfera y la estructura de este cuerpo celeste.
Cabe destacar que Júpiter es uno de los planetas más grandes del sistema solar, de hecho, según la NASA, si fuera una cáscara hueca, podrían caber cerca de mil estructuras del porte de la Tierra.
La sonda Juno comenzó a estudiar a Júpiter hace ocho años y sigue vigente, a pesar de que iba a autodestruirse en 2017. En ese entonces, la NASA extendió la duración de la misión hasta 2021, sin embargo, volvió a prolongarla hasta 2025 debido a que la trayectoria de la nave no presentaba mayores riesgos.
Durante este periodo, orbitará el planeta e investigará sus anillos, lunas y su superficie, además, se espera que entregue registros inéditos de esta parte del universo.