Desde la NASA llevan ya un tiempo trabajando para volver a poner al hombre, y por primera vez a la mujer, de vuelta en la Luna.
Y es que la entidad espacial está avanzando en el desarrollo de una base lunar que le permita a los astronáutas y científicos tener estadías prolongadas en el satélite natural para el año 2030, que les permitan avanzar con sus estudios y la investigación del espacio exterior.
Como parte del plano de esta mini ciudad surge el Proyecto FLOAT (Flexible Levitation on a Track, o en español Levitación Flexible sobre Eieles), que busca convertirse en el primer sistema ferroviario de la Luna.
El trayecto recorrerá pocos kilómetros y tendrá un trazado diseñado en base a puntos estrátegicos de recolección de recursos naturales de la Luna, el que permitirá transportar regolito extraído para consumibles, materiales de construcción, y cargas útiles de forma fiable, autónoma y eficiente entre distintos puntos de su superficie.
Este sistema de transporte funcionará de manera similar a como operan los trenes de levitación magnética que ya operan en algunas ciudades de Asia, mediante robots magnéticos sin energía capaces de transportar cerca de 100 toneladas al día y que levitarán de forma diamagnética a propulsión sobre una pista flexible de 3 capas, la que será removible y desplegable para permitir adaptar el recorrido acorde a las necesidades que se vayan presentando.
El ambicioso proyecto ya se encuentra en su fase dos de desarrollo, y fue incluído por la NASA en el listado de Conceptos Avanzados Innovadores (NIAC) por su tecnología vanguardista y el aporte que su creación significa para dar un giro en el futuro de la carrera espacial.