En 1859 se produjo un evento astronómico que impresionó a todos en su época, y que generó unas hermosas luces en el cielo que se vieron en todo el mundo, las que conocemos como Auroras Boreales.
Hablamos de la Tormenta Solar conocida como “Evento Carrington”, la cual convirtió la noche en día y dejó sin comunicación a todo el mundo.
Esto pasaría si ocurre una megatormenta solar como el Evento Carrington hoy
Según explica National Geographic, si bien la tecnología ha tenido grandes avances, aún así es difícil saber las consecuencias que tendría un evento como este al día de hoy.
Sin embargo, indican que “científicos auguran una catástrofe en las comunicaciones y en todos los aparatos electrónicos que hoy en día, son indispensables para nuestra vida”.
Por su parte, desde el Huffington Post explican que si llegase a ocurrir una tormenta solar de esta magnitud, junto con el cese de funcionamiento de las tecnologías, también se producirían apagones de luz en todo el mundo, por lo que sus resultados son mucho más catastróficos para un mundo absolutamente dependiente de la electricidad y la tecnología
Pero, y dejando de lado lo negativo, también es probable de que nuevamente se generen auroras boreales en ciudades donde normalmente estas no se ven, como Santiago de Chile.
No obstante, y para que no te asustes, diversos astrónomos han apuntado a que una megatormenta como el Evento Carrington podría ocurrir cada 3.000 años.
Este fue el Evento Carrington
Todo comenzó el 1 de septiembre de1859, cuando el astrónomo inglés, Richard Carrington, observó una explosión de luz blanca en la superficie del Sol.
Esta se trataba de una megatormenta solar. Cuando empezó, Carrington apunto con su telescopio al astro rey, y logró contemplar dos llamaradas de luz blanca.
17 horas después de este registro, el evento comenzó a tener efectos en la tierra, siendo la mas destacada la aparición de auroras boreales en zonas nunca vistas, como Santiago de Chile, La Habana en Cuba, Roma e incluso Madrid, convirtiendo la noche en día.
Pero eso no es todo, ya que la tormenta solar también generó un colapso total de la tecnología que había disponible en el Siglo XIX. Las redes mundiales de telégrafos dejaron de funcionar y se registraron incendios en algunas estaciones.