La alimentación balanceada es uno de los principales factores para prevenir enfermedades y mantener una excelente calidad de salud, por ello, la incorporación de alimentos nutritivos a nuestra dieta es esencial para absorber todos los componentes que necesitamos.
Uno de estos es la papaya, una fruta nativa de América del Sur que, según estudios de la Universidad de Chile, posee propiedades que podrían reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares e, incluso, disminuir los niveles de insulina gracias a su alto nivel en antioxidantes, vitaminas y su baja cantidad de calorías.
¿Por qué la papaya podría ayudar a prevenir enfermedades?
La estudiante del Magíster en Ciencias de los Alimentos de la Universidad de Chile y autora del estudio, Paula González, en conversación con En La Hora, explicó que esta fruta podría jugar una papel crucial para la salud pública, porque posee compuestos bioactivos que “actúan como antioxidantes, lo cual ayuda a neutralizar los radicales libres presentes en el cuerpo, reduciendo así el estrés oxidativo, el cual contribuye al envejecimiento celular y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y crónicas″.
Sus hallazgos preliminares indican que la papaya posee un increíble perfil nutricional, su alto contenido de antioxidantes “tienen un papel clave en la reducción de la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad, o también llamadas LDL, que comúnmente conocemos como el colesterol malo. Al evitar esta oxidación, se reduce el riesgo de formación de placas en las arterias, promoviendo la salud cardiovascular”, sostuvo.
Además, agregó que posee altos niveles de “vitamina C, la cual también actúa como un antioxidante, además de fortalecer el sistema inmunológico y la salud celular”.
Incluso, “el consumo de papaya chilena nos podría ayudar a regular la insulina, por su alto nivel de flavonoides (...), que han demostrado que mejoran la sensibilidad a la insulina y puede ayudar a las células del cuerpo a utilizar mejor la glucosa, lo cual es muy importante para poder controlar los niveles de azúcar en sangre en personas con riesgo de diabetes”, explicó.
Por estas razones, comentó que es positivo consumir regularmente papaya “en su forma más natural o mínimamente procesada, cocida sin azúcar añadida, como se puede encontrar en las conservas, o también en preparaciones deshidratadas a bajas temperaturas que puedan conservar sus nutrientes esenciales, ya que existen algunos formatos en el mercado, como la papaya confitada, que contiene altos niveles de azúcar añadida que pueden contrarrestar los efectos positivos sobre la insulina”.
Además, sostiene que no debe ser consumida cruda, debido a “su contenido de látex que puede ser irritante para el sistema digestivo, generando molestias estomacales y también podría producir ciertas reacciones alérgicas en las personas”.