El magnesio es un mineral esencial presente en muchos alimentos y que cumple un rol importante para el metabolismo de nuestro cuerpo. Según estudios científicos, el déficit de este mineral podría aumentar el riesgo de padecer algunas enfermedades como la diabetes tipo 2, la aterosclerosis, patologías cardiovasculares, además de acelerar el envejecimiento.
Dentro de las principales fuentes de alimentos que incluyen magnesio se incluyen las nueces, legumbres, semillas, los cereales integrales, las hortalizas de hoja verde y los suplementos.
Beneficios y Contraindicaciones del Magnesio
Según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (National Institutes of Health), la cantidad de magnesio adecuada para una persona dependerá de su género y su edad, por ejemplo, para hombres mayores de 18 años la cantidad recomendada es de 400 a 420 miligramos, mientras que para las mujeres será de 310 a 320 miligramos.
De acuerdo con esta fuente, la mayoría de las personas consume cantidades inferiores de magnesio a las recomendadas, por lo que se promueve el uso de suplementos en caso de no llevar una dieta balanceada.
En este sentido, es posible encontrar diferentes tipos de suplementos, siendo los más recomendados el aspartato de magnesio, el citrato de magnesio, y el lactato o el cloruro de magnesio, debido a que son fuentes de rápida absorción.
Dentro de los principales beneficios de su consumo es posible identificar:
- La disminución de la presión arterial, lo cual favorece a quienes presentan enfermedades cardiacas
- Mejora el procesamiento de los azúcares, que puede disminuir el riesgo de padecer resistencia a la insulina y diabetes de tipo 2, además de promover altos picos de glucosa que podría ayudar a bajar de peso
- Fortalece nuestros huesos, lo cual ayuda a evitar fracturas y el riesgo de tener osteoporosis
- Ayuda a mantener el funcionamiento de nuestros músculos
- Regula la actividad de neurotransmisores, por lo que puede contribuir al manejo del estrés y la ansiedad
- Puede reducir la frecuencia de las migrañas
Si bien, no existen mayores contraindicaciones o límites en su consumo en personas sanas, si se recomienda evitar su consumo desproporcional a quienes padecen problemas renales, ya que, pueden presentan dificultades al momento de eliminar su exceso a través de la orina.
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