En la actualidad, Halloween es una festividad ampliamente adoptada en diversas partes del mundo, incluyendo a Chile desde la década de los 90′s, y fusiona tradiciones ancestrales principalmente europeas con elementos culturales contemporáneos.
La palabra “Halloween” se deriva de la expresión “All Hallow Eve” (víspera de Todos los Santos) y está relacionada, tanto con la tradición cristiana como con creencias paganas celtas y romanas, dedicadas al festejo por el final de la cosecha. En estas fiestas, las personas le rendían homenaje a sus familiares, amigos y seres queridos que habían muerto, y fueron conocidas como el Samhain y el Mundus Patet.
En Halloween se entremezclan la conmemoración de los difuntos y el consumo de productos de otoño, típicos de estas fiestas en el hemisferio norte, con prácticas modernas como el conocido “truco o trato” que vemos en las películas gringas, además de la incorporación de personajes icónicos del cine, desde Drácula a Pennywise y desde Freddy Krueger a Chucky que se han convertido en fenómenos globales.
Samhain: La antigua celebración Celta
El cambio de estación marcado por el equinoccio de otoño (primavera para nosotros) ha sido un momento relevante en el hemisferio norte durante siglos.
A medida que el verano da paso al otoño en los países del norte, la luz del atardecer disminuye, los cielos se vuelven inquietos y la naturaleza ofrece sus últimos frutos antes de entrar en el letargo y la oscuridad del invierno.
En la cultura celta, este cambio de estación se manifestaba en el Samhain, una festividad de origen druídico que tenía lugar entre el anochecer del 31 de octubre y el amanecer del 1 de noviembre.
Esta festividad señalaba el inicio del invierno y el comienzo del año nuevo.
Durante este período, los celtas suspendían sus ocupaciones cotidianas, creyendo que las leyes naturales se interrumpían.
Se creía que los vivos podían visitar el mundo de los muertos y que los difuntos podían recorrer la Tierra. Además, se manifestaban demonios y hadas, y se dejaban alimentos en las puertas de las casas como ofrendas a los espíritus malignos, una probable explicación de dónde salió la costumbre en la que los niños recorren las casas pidiendo dulces.
Mundus Patet: La celebración romana del Día de Muertos
La expresión “mundus patet” significa “mundo abierto” y se refiere al Mundus Cereris, una de las construcciones más antiguas de Roma.
Este lugar marcaba el centro exacto de la ciudad y servía como punto de conexión entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
Su entrada permanecía sellada la mayor parte del año y solo se abría en tres ocasiones: el 24 de agosto, el 5 de octubre y el 8 de noviembre, permitiendo así que las almas de los difuntos regresaran a la Tierra.
En la mitología romana, también existían espíritus malévolos que guardan similitudes con el imaginario desarrollado en Halloween.
Por ejemplo, se mencionan los “larvae”, espíritus que se alimentaban de la vida de los mortales, y los “maniae”, seres que se asemejaban a horribles esqueletos que causaban locura en los vivos.
La Fiesta de Todos los Santos: Un origen religioso
La festividad de Todos los Santos tiene sus raíces en la creencia de la Iglesia primitiva de que los mártires merecían un día de conmemoración.
Esto llevó al papa Bonifacio IV a establecer en el siglo VII un día para honrar a todos los mártires del cristianismo el 13 de mayo. Más tarde, en el siglo VIII, el papa Gregorio III extendió esta celebración a todos los Santos de la Iglesia católica y la trasladó a su fecha actual, el 1 de noviembre.
La elección de esta fecha parece estar relacionada con el intento de reemplazar las festividades paganas de difuntos, como el Samhain celta o el Mundus Patet romano, en áreas donde la Iglesia se había extendido, adaptando sus rituales a creencias anteriores.
En consecuencia, surgieron celebraciones como Halloween, la víspera, o el día de difuntos al día siguiente, que con el tiempo se fusionaron con la festividad original.
Halloween: La víspera de Todos los Santos en la Inglaterra medieval
En la Inglaterra medieval, la palabra “hallow”, que actualmente significa algo sagrado, se utilizaba como sinónimo de “saint” (santo).
La víspera de Todos los Santos se convirtió en una celebración propia conocida como “All Hallows Eve”, que con el tiempo se fusionó con el día sagrado.
La Reforma protestante puso fin a la festividad de Todos los Santos entre los protestantes al abolir la figura católica del santo. Sin embargo, en Gran Bretaña, Halloween continuó siendo celebrado como una festividad secular.
De Europa a América: La evolución de Halloween
Despojado de su componente religioso, Halloween recuperó elementos paganos relacionados con el culto a los espíritus y difuntos, así como la celebración del final de la cosecha y la preparación para el invierno.
La festividad se extendió al continente americano. Aunque en gran medida fue prohibida entre los primeros colonos estadounidenses, la nueva sociedad formada por comunidades tradicionales y agrarias desarrolló sus propias tradiciones y festivales, como el Día de Acción de Gracias (tan popular en Estados Unidos), estrechamente vinculados a Halloween.
La inmigración masiva, especialmente la irlandesa en el siglo XIX, llevó consigo las costumbres de Halloween, y en el siglo XX, la festividad se convirtió en una de las principales en Estados Unidos, especialmente para los niños.
Hoy en día, Halloween se celebra en todo el mundo y nuestra versión criolla no es la excepción. Así que ¡A preparar los disfraces!