La enfermedad de Alzheimer, una afección neurodegenerativa, se ha convertido en la enfermedad más común de su tipo y la principal causa de demencia en la población.
Su impacto es tal que la Organización Mundial de la Salud (OMS) designó el 21 de septiembre como el Día del Alzheimer para concientizar sobre sus efectos.
Se proyecta que para el año 2050, Chile tendrá más de medio millón de pacientes afectados y a nivel mundial, la cifra alcanzará casi los 140 millones.
La Dra. Carolina Delgado, neuróloga especialista en Alzheimer de Clínica Santa María, explica que la enfermedad está fuertemente relacionada con el envejecimiento de la población.
La probabilidad de desarrollar Alzheimer aumenta significativamente con la edad, siendo del 5% en personas mayores de 65 años y del 30% en aquellas de más de 80 años.
Además, se estima que el número de personas afectadas se duplicará cada 20 años.
Efectos de la pandemia
El Dr. Andrés Villagrán, coordinador de neurología de Clínica Ciudad del Mar, señala que diversos factores contribuyeron al aumento de casos leves durante la pandemia.
El confinamiento, el aislamiento social, la falta de estimulación y movilidad en adultos mayores, así como el acceso limitado a atención médica y seguimiento, jugaron un papel importante en este aumento.
Además, estas condiciones llevaron a la depresión en pacientes mayores de 60 años, en algunos casos no tratada adecuadamente, lo que podría estar relacionado con el inicio o la aceleración de la demencia.
El Dr. Alejandro Varas, geriatra de Clínica Ciudad del Mar, agrega que la mayoría de las personas con enfermedad de Alzheimer presentan síntomas depresivos varios años antes de experimentar pérdida de memoria significativa. Algunos de ellos tienen un historial psiquiátrico de depresión durante su vida.
Diagnóstico temprano: Cuándo consultar
Dado que el deterioro cognitivo es una parte normal del envejecimiento, el Dr. Andrés Villagrán recomienda realizar evaluaciones oportunas. Esto incluye un examen completo para descartar otras enfermedades tratables y frenar su progreso. Además, un tratamiento adecuado puede ayudar a manejar las complicaciones.
Existen señales de advertencia que pueden indicar la necesidad de buscar atención médica:
- Cambios de humor.
- Mayor irritabilidad y apatía.
- Depresión y falta de motivación.
- Trastornos del sueño.
- Levantarse durante la noche y caminar desorientado.
- Olvidos de eventos recientes.
- Retraimiento social y pérdida de interés en actividades.
La Dra. Carolina Delgado agrega que los pacientes a menudo comienzan a hacer las mismas preguntas repetidamente y a repetir ideas. También pueden perder objetos y experimentar dificultades en tareas más complejas, como la gestión financiera y la planificación de actividades.
Tratamiento
Aunque la enfermedad de Alzheimer es irreversible y degenerativa, el Dr. Alejandro Varas explica que es tratable y debe abordarse mediante un equipo multidisciplinario compuesto por geriatras, neurólogos, psicólogos, fonoaudiólogos, kinesiólogos y terapeutas ocupacionales.
Este enfoque puede ralentizar el progreso de la enfermedad, mantener la autonomía durante más tiempo, mejorar y prevenir los trastornos del comportamiento y motores, y retrasar la inmovilidad.
Respecto a la búsqueda de una cura definitiva, en los últimos años se han desarrollado medicamentos llamados anticuerpos monoclonales del tipo IGG 1, que atacan las proteínas tóxicas para el cerebro, como la Beta amiloide y la Tau. Sin embargo, estos tratamientos aún no han demostrado resultados significativos y son costosos.
La Importancia de la Prevención
Los especialistas enfatizan la importancia de prevenir los factores de riesgo cardiovasculares, que también han demostrado estar relacionados con un menor riesgo de desarrollar demencia.
Esto incluye el control de la presión arterial y el colesterol, así como la abstención del tabaco, el alcohol y las drogas, junto con la promoción de un estilo de vida activo.
El Dr. Andrés Villagrán destaca que más allá de la medicación, suplementos o vitaminas, es crucial que las personas se esfuercen por mantenerse activas mentalmente, realizar ejercicio, dejar de fumar y adoptar una alimentación saludable.
Además, es importante tratar adecuadamente otros factores, como la depresión, la pérdida de audición, las comorbilidades y la educación deficiente en adultos mayores.
En resumen, aquellos que mantienen una mente activa hasta una edad avanzada, se mantienen físicamente activos, cuidan su peso y manejan sus enfermedades crónicas tienen un menor riesgo de desarrollar Alzheimer, concluye el geriatra.