Semillas en la dieta: ¿cuáles son las diferencias entre las de chía y las de lino?

Los dos tipos de semillas están bien consideradas para fortalecer nuestra salud, aunque tienen propiedades distintas.

La fibra se ha vuelto en un tema recurrente en aquellas personas que planean cambiar sus hábitos alimenticios, incorporando una dieta sana que nos ayude a distintos procesos naturales de nuestro cuerpo, como por ejemplo la digestión.

Es allí donde entra el mundo de las semillas, alimentos que nos ayudan a mejorar nuestra salud intestinal, reducir inflamaciones y hasta darnos una mano en temas cardiacos.

Entre las más populares están las de chía y las de lino, semillas de moda en las más recientes dietas adoptadas por las personas, y aquí te explicamos las diferencias entre ambas.

La chía son semillas muy pequeñas y tienen una textura suave, pero un tanto terrosa que la caracteriza. Por su parte, las de lino - o linaza-, se encuentran con mayor frecuencia molidas (aunque también las hay en semillas un poco más grandes), y tienen un sabor muy parecido a la nuez.

Pese a que ambas variantes estén muy de moda en estos días, lo cierto es que su origen se remonta miles de años atrás, pues ya en el 3.500 a.C. se le consideraba un alimento divino. De todas maneras, sí podemos separarlas geográficamente, pues las semillas de chía tienen su origen en plantas de menta típicas de Norteamérica, mientras que las de lino se encontraban principalmente en el Medio Oriente.

Propiedades de cada semilla

Chía

- Calorías.
- Fibra.
- Grasa insaturada.
- Calcio.
- Minerales: zinc, cobre, magnesio y potasio.
- Omega 3.
- Proteína.

Lino

- Calorías.
- Fibra.
- Grasa.
- Minerales: calcio, hierro, magnesio, zinc y ácido fólico.
- Proteína.