“Voy a triunfar en el Betis”, fue la promesa que Ez Abde le hizo a los hinchas del Real Betis. Manuel Pellegrini lo tiene como titular inamovible, y a pesar de tener un inicio explosivo siendo un jugador desequilibrante, su rendimiento bajó al punto de ser irreconocible. De momento, el marroquí está lejos de cumplir su promesa.
Ez Abde, el 10 del Betis, ha contado con la confianza de Manuel Pellegrini y es uno de sus “regalones”, disputando 28 partidos y anotando cinco goles. Lo lamentable es que su rendimiento ha sido decepcionante, tiene solo una participación de gol en los últimos dos meses y medio en LaLiga.
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Una crítica sin piedad
El portal El Desmarque analizó con dureza la actualidad del jugador, calificando su rendimiento como un simple espejismo, al punto de desaparecer del juego volviéndose irrelevante.
“Manuel Pellegrini le ha dado un rol protagonista y el extremo empezó el curso devolviendo esa confianza a través de buenas actuaciones, pero aquel inicio explosivo -se revalorizó incluso- se quedó en un simple espejismo. Desde entonces, una nueva campaña marcada por la irregularidad. Aparece, es decisivo, desaparece, es protagonista, marca goles, luego se vuelve apático, toma decisiones, resulta irrelevante...”, señala el medio.
Con el Betis, inició como una bala, siendo el líder en ataque y el jugador más determinante cuando Isco se encontraba lesionado y Gio Lo Celso se estaba incorporando al equipo.
“Un rol que se fue diluyendo con el tiempo. Y es que en los últimos meses ha aparecido a cuentagotas, más allá de la asistencia del otro día, en Copa del Rey, y el pase de gol a Vitor Roque en Villarreal. En LaLiga, y pese a encadenar nueve titularidades seguidas, apenas registra una participación de gol en dos meses y medio. Entre medias, cuatro o cinco manos a mano que bien podrían tener al Real Betis en una posición de mayor privilegio. Todo ello siendo el segundo jugador con más minutos de la plantilla“ , agregó El Desmarque.
Pese a las críticas y el irregular momento, Manuel Pellegrini sigue confiando en él. El marroquí de 23 años no ha estado a la altura de esas expectativas, dejando a los hinchas verdiblancos a la espera de que cumpla su promesa.
