El Brasileirao está a dos fechas de llegar al final de su temporada 2024, y a cinco meses de haber llegado a Gremio, Alexander Aravena está a punto de cerrar un año en el que casi no necesitó período de adaptación para convertirse en un jugador clave del plantel y ganarse la titularidad en poco tiempo. Eso sí, los hinchas y los medios brasileños son duros cuando hay que criticar, algo que le tocó vivir al chileno este fin de semana.
El exjugador de la UC tuvo tres oportunidades claras de marcarle a Sao Paulo, pero falló en la última decisión y no pudo sentenciar el partido antes del pitazo final, ya que el encuentro terminó 2-1 a favor del Tricolor, pero sufrió en los últimos minutos, algo que podría haberse evitado si Monito capitalizaba una de las ocasiones que desperdició. De todas formas, Aravena se las arregló para ser clave en el segundo tanto y mantenerse en la zona de clasificación a Copa Sudamericana, dejando atrás definitivamente, además, el fantasma del descenso.
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Bajo ese concepto, Globo Esporte calificó al chileno con un 5, la nota más baja de su equipo, la que argumentaron con que “a pesar de moverse y dar opciones al frente, desperdició tres ocasiones claras en el primer tiempo que, en un juego de esta importancia, es casi inaceptable. Se redimió en el segundo gol”.
Aravena se convirtió en titular fijo para Gremio
El extremo chileno no necesitó mucho tiempo para adaptarse al Brasileirao, ya que a los dos meses de haber cerrado su llegada a Gremio, se ganó la camiseta de titular y no la ha soltado: ha sido titular en 9 de los últimos 10 encuentros y solo se perdió el duelo ante Juventude del 20 de noviembre, que fue un día después del partido que Aravena jugó junto a La Roja contra Venezuela por Eliminatorias.
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El saldo del ex UC desde su llegada a Brasil es de dos goles y dos asistencias en 15 duelos, aunque 4 de esos partidos fueron durante sus primeras semanas en Gremio, en los que ingresó en los minutos finales. Por cierto, cuando Aravena llegó al club, estaba muy comprometido con el descenso.
Además de las estadísticas de goles y pases decisivos, el chileno se ha convertido en un jugador clave para el funcionamiento de su escuadra, sobre todo por la velocidad que le imprime a las contras que suele emplear el equipo, y que muchas veces lo llevan a liderar este tipo de jugadas.