Manuel Pellegrini tiene contrato vigente con el Real Betis hasta junio de 2026, por lo que perfectamente podría sufrir las consecuencias que tendrán las obras que planea hacer el club en el Estadio Benito Villamarín al término de esta temporada, y que obligarán al equipo a mudarse a otro recinto durante dos años completos.
Según informaron en el programa español El Chiringuito, el día después del último partido de la presente temporada, se dinamitará el sector preferencial para comenzar con las obras de remodelación. Mientras, el equipo del Ingeniero hará de local en el Estadio La Cartuja, que se ubica a 9 kilómetros del Benito Villamarín.
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Pese a que la distancia entre ambos recintos no es tanta, el Betis perderá la ventaja de jugar en un recinto que tiene sus colores y está acondicionado en cada detalle para recibir al plantel cada fin de semana, mientras que ahora tendrá que hacerlo en un estadio neutral, que pese a no tener un equipo que lo utilice regularmente, de seguro no entregará el mismo ambiente que el Villamarín.
El lado positivo del cambio de estadio para el Betis
La capacidad del Benito Villamarín es similar a la del Estadio La Cartuja, pero para preparar la llegada del Betis al recinto, se instalarán 4 mil asientos en el sector premium, que aumentarán los 1.200 que tiene disponible el equipo del Ingeniero en su actual casa.
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Además, los dirigentes del Betis evalúan colocar una especie de fan zone en los alrededores del estadio, para así evitar las aglomeraciones en las calles colindantes y que los asistentes puedan tener distintas vías de salida para los días de partido.
