Diego Valdés vive un presente marcado por la irregularidad y las lesiones, siendo uno de los jugadores más cuestionados en el América. El volante de La Roja, pieza clave en el esquema de las Águilas, no ha podido marcar diferencias en México.
La frustración de Valdés quedó al descubierto en el último partido ante Monterrey, cuando fue sustituido en el minuto 68 del encuentro y con el marcador 1-1. Su reacción, pateando botellas y realizando gestos, generaron una fuerte polémica en suelo azteca.
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Un cruce con su entrenador
Tras el encuentro, el entrenador André Jardine fue cuestionado sobre la efusiva reacción del chileno, la cual, él desaprobó en directo cuando fue enfocado por las cámaras de televisión, aunque luego le trató de bajar el perfil.
“He platicado muchas veces con él sobre este tema y no le gusta ser sustituido, y es normal porque es un jugador que está comprometido en este momento y claro que no quiere salir, pero las decisiones son mías y al final el capitán del barco soy yo”, advirtió el DT.
Además, el cambió le resultó al entrenador, ya que hizo ingresar a Álvaro Fidalgo en lugar de Valdés, quien marcó el gol al final del partido para que el América pueda quedarse con los tres puntos, con el chileno en el banco.
Un momento difícil para Diego Valdés
El chileno, que desde su llegada al América se había consolidado como uno de los jugadores más destacados, no ha logrado encontrar su mejor versión en este torneo. Los números son claros, y es que luego de liderar al equipo en goles y asistencias el torneo pasado, no ha podido marcar ni asistir en 14 fechas.
Pese al triunfo, la situación de América es compleja. El equipo se encuentra en la novena posición de la tabla en la Liga MX, a solo tres puntos de los puestos de liguilla directa. Los próximos encuentros ante Mazatlán, Pachuca y Toluca serán cruciales para definir sus aspiraciones en el torneo.
En aquellos partidos, Diego Valdés se jugará la confianza de su entrenador, y también, por qué no, su continuidad en el club más ganador de México.
